Por años aquella imagen dulce, de niña buena, que proyectaba Jeanette -incluso sin proponérselo-    resultó ser el enganche perfecto para que sus canciones cargadas de historias cobraran más sentimiento cuando las interpretaba. No obstante, detrás de ese rostro angelical se escondía una Jeanette totalmente opuesta.

La cantante de radiantes ojos azules era aquella a la que no le importaba terminar con los nudillos de sus manos hinchados por romper tablillas cuando practicaba karate. De hecho fue una de las primeras  mujeres karatecas que tuvo España, país al que llegó a la edad de 13 años (nació en Londres), tras el divorcio de sus padres.

Cuenta que aunque en aquella época no se permitía que las mujeres practicaran este deporte, se las arregló. “Un día acudí a una exposición donde se explicaba lo que implicaba defenderse y quedé fascinada. Mi profesor de karate pidió a la Federación del deporte un permiso para enseñarle una prueba a nueve mujeres -dentro de ellas estaba yo-, y se lo concedieron. Después de dos años de practicarlo mis padres me obligaron a dejarlo”.

Aquel momento ocurrió cuando integraba el grupo del folk Pic-nic y ya empezaba a saborear la fama. Con la agrupación, a la que, dice, llegó por casualidad tras conocer a un grupo de jovencitos que practicaba  canciones de moda en una especie de sótano cuando cursaba la secundaria. Con ellos logró ser la número uno con la canción Cállate niña. Allí permaneció solo un par de años. Una vez más sus padres interfirieron  y decidieron que saliera de la banda.

Tiempo después la cantante, que es hija de madre española y padre  belga, volvió a desafiar los esquemas de ese entonces para las “niñas bien”, al querer convertirse en piloto de aviación. Un sueño que tenía desde los ocho años y surgió durante un viaje a Los Ángeles. “Me llamó mucho la atención ver a las  azafatas y pensé en convertirme en una de ellas. Pero, después de que una amiga me dijera que por qué quería ser eso, si era como ser de servicio, pero en el aire, decidí entonces que  pilotearía el avión”.

Aquella promesa la retomó cuando cumplió la mayoría de edad. “Volví a encontrarme con tantos problemas. En España no había escuelas que aceptaran mujeres. Era casi imposible, porque el mundo de la aviación era exclusivamente masculino. Y  cuando encontré una, en Pamplona, y me aceptaron, tuve que  decidir si dedicarme a eso o a la música”.

Ya había empezado a desarrollar su carrera musical en solitario, luego de que una casa discográfica la firmara. Fue entonces que Jeanette dejó a un lado su sueño de convertirse en piloto y dedicarse, de lleno, a la música. Así llegaron los temas Soy rebelde y Porque te vas. Este último logró convertirse en su tema más sonado a nivel mundial.

Desde entonces, Jeanette sorprendería con más canciones de ese corte. Obras que han perdurado en la memoria de los nostálgicos que en los setenta vivieron romances y desamores adolescentes con su voz como banda sonora. “Es muy difícil mantenerse en el  gusto del público... algunos ya han fallecido, unos han desaparecido, a otros que les fue mal en determinado momento se dedicaron a otra cosa. A mí me ha resultado reinventarme”.

Precisamente por eso, Jeanette prepara para finales de este mes la grabación de dos de sus temas más conocidos: Frente a frente y Porque te vas (escrita por José Luis Perales), pero en versión electrónica. Además de una gira denominada “Pop Stars”, en la que también participarán Martha Sánchez, Mónica Naranjo y Angie.

Cuenta que la idea surgió del  conocido Dj español Brian Cross, quien ha grabado con otras famosas de esa época como Soraya y Sophie Ellis-Bextor. “Cuando me lo propusieron en un principio me dije a mí misma: ¿yo voy a hacer esto?. No sabía en qué me estaba metiendo, pero después empecé a pensarlo   detenidamente y dije: esto no perjudica a mi otro espectáculo, son dos cosas diferentes”, comenta la artista, casada con el húngaro Laszio Kristofe, con quien tiene una sola hija, Blythe, de 37 años. Asegura que no se considera maternal, porque no ha sido la típica mujer que ha querido tener tres hijos.

Desde hace algunos años la cantante, junto con Tony Ronald, Lorenzo Santamaría (Para que no me olvides) y el showman Micky, integra el grupo Míticos 70, que revive famosas canciones de rock and roll. Una de las favoritas de Jeanette es Blue Suede Shoes, de Elvis Presley. 

Dice que el show que ofrece con su agrupación es totalmente diferente al que acostumbra a hacer cuando interpreta aquellas canciones del recuerdo. “Aquí en vez de ir con vestidos bonitos, me pongo los vaqueros, la chaqueta de cuero. Me transformo”. Y es que aunque para muchos siempre será la delicada jovencita dulce, Jeanette ha sabido desafiar a su propio destino, con carácter y temple.