El pasado 30 de noviembre, la sala experimental del Teatro Centro de Arte recibió en su escenario a Danilo Esteves. Ese actor cuyo rostro se hizo conocido en ‘Ni en vivo ni en directo’, cuando el programa vivió su época de oro, y que siguió el proyecto cuando cambió de nombre a ‘Vivos’ y a ‘Vivos pero no revueltos’.

Esa noche del mes pasado llegó a ese espacio para presentar ‘¿Soltero maduro?’, una propuesta humorística que muestra a un Danilo en formato stand up comedy, un área de la comedia que el actor explora desde el 2011, cuando ofreció ‘El huevólogo’ a un público que estaba acostumbrado a verlo en scketches.

Le fue bien. Tanto que el año pasado dio de qué hablar nuevamente con un show al que denominó ‘El viejólogo’ y que además de las presentaciones individuales le otorgó la oportunidad de abrir el espectáculo del mexicano Adal Ramones en el Centro de Convenciones con aceptación mayoritaria.

En realidad Danilo siempre supo que podía jugarse la carta laboral en el mundo del humor. Imprime en palabras recuerdos lejanos a través de una entrevista presencial que ofrece a este rotativo, y rescata del baúl de las experiencias añejas los momentos en que su madre le pedía en una reunión familiar que imite a Hulk. Él, experimentado en el tema por ser fiel espectador de la serie que protagonizaba Lou Ferrigno, complacía a su progenitora para deleite de los invitados.

Tenía apenas 5 años. Todo hubiera quedado en una anécdota de infancia si uno de sus tíos, que es actor, no hubiera fungido de maestro improvisado de artes escénicas. “Todo empezó como un juego. Leíamos libretos que él traía y luego actuábamos por pasar el tiempo”, recuerda.

Hasta allí, como por los 10 años y algo de la preadolescencia, la vida de Danilo se manejaba entre esos ‘juegos’, su tiempo estudiantil y aquel que le dedicaba al deporte, pues en el colegio practicaba básquet, fútbol y atletismo.

El detonante para dirigirse hacia la ruta de la actuación, después de la semilla que había sembrado el hermano de su madre, fue el filme ‘Braveheart’, que protagonizó y dirigió Mel Gibson en 1995. Impactado con la actuación del astro hollywoodense decide entrar al ITV.

En esa época no había actuación en esa institución, así que debió elegir ‘Producción’, sin que le guste, pero consciente de que allí sembraría sus bases como actor, aunque estás llegarían con actuaciones esporádicas en dramatizados que grababa con sus compañeros para los diferentes trabajos que le enviaban.

De forma paralela tomó cursos con el histrión Alejandro Pinto y logró entrar a TV Más cuando todavía era estudiante. Hacía improvisaciones en los programas ‘Show de Calandraca’ y ‘Solo risas’. Luego fue a Teleamazonas a participar junto con Úrsula Strenge en el proyecto ‘Xibalux’, que produjo Stanley Parker. “Hacía un personaje que se llamaba Pirulín”, dice entre risas.

En 1999 ingresó a ‘Ni en vivo ni en directo’, de TC, como asistente de producción. Aunque no le gustaba, tenía que aprovechar la época gloriosa del espacio humorístico en el que forjaron su éxito  Flor María Palomeque y David Reinoso.

No demoró la oportunidad de empezar a actuar. Sus papeles se relegaban a los secundarios, aquellos que estaban alrededor de David cuando interpretaba a uno de sus tantos personajes. Se fue de largo con ese equipo. Incluso estuvo con ellos cuando se cambiaron de estación televisiva y en las giras a las diferentes ciudades que realizaba ese elenco, con quienes además viajó a Europa y Estados Unidos.

Siete años pasaron para que se dé cuenta que quería hacer algo diferente. “Me divertí mucho, pero noté que necesitaba un cambio y opté por abrirme del equipo”, comenta sobre la decisión que tomó en el 2006,

Entra entonces a participar como protagonista en la serie ‘Super Espías’ junto al ‘Mosquito’ Mosquera, proyecto que solo duró al aire dos temporadas debido a situaciones internas de ese canal.

En el 2008 entró a RTS, al Club de la Mañana, donde hacía scketches con Tábata Gálvez, por un periodo de un año, y volvió con el equipo de ‘Vivos’ en el 2009, con la oferta de ser parte de la serie ‘La Pareja Feliz’, en la que solo estuvo la primera temporada, y actuar en ‘ReVivos’, una propuesta sin David Reinoso ni Flor María Palomeque, en donde debía interpretar a varios personajes, pero que tampoco duró.

Su camino laboral lo lleva a ‘Dueños del Mediodía’, con un personaje al que le pusieron por nombre el Diablo de la Información. Era el año 2010 y su presencia en ese espacio habría servido de titulares a los programas más escandalosos de la prensa rosa por un amorío que mantiene en esa época con Marián Sabaté, su compañera de staff.

Motivos personales lo obligan a dejar GamaTV y surge entonces la interrogante: ¿Qué hizo que Danilo Esteves buscara la emancipación de los proyectos de humor televisivo y empiece a experimentar otra propuesta comercial con su imagen?

Si lo piensa ahora, y después de toda la perspectiva que repasa esta nota, concluye en que lo que él siempre buscó fue actuar, hacer humor, y que lo que en realidad le llamaba la atención era el histrionismo en vivo… el teatro, y junto con este, el stand up comedy, en donde tiene como principales referentes a Coco Legrand, Les Luthiers y Adal Ramones.

Ha participado en obras como ‘Crímenes de horror y humor’, adaptada por Miguel Antonio Chávez y basada en el clásico ‘Crímenes horrendos’, del dramaturgo español Rafael Mendizábal. Le dio vida a Lord Ambiguo.

Este mes también visita las tablas. Es parte del elenco de Scrooge, la obra que el director Jaime Tamariz monta en el Teatro Sánchez Aguilar. Allí personifica a Jacob Marley, el amigo del egoísta y gruñón Ebenezer que regresa del mundo de los espíritus para advertirle de la visita de los tres fantasmas.

Esteves llega a escena por una pared. Su personaje debe cargar cadenas gruesas, por ser un  alma que sufre una fuerte condena por no actuar de forma adecuada. La de él es una de las participaciones más destacadas de la obra, que sigue de forma fiel el formato del filme animado.

El 30 de noviembre, cuando Danilo llegó al escenario de la sala experimental del Teatro Centro de Arte a presentar ‘¿Soltero maduro?’ lo hizo nervioso. De tantos años, aún pasa por esos ‘problemitas’, que se disipan una vez que siente que su público lo recibe de buena forma. Seguirá en esto, es lo que le gusta, es donde se siente cómodo, es lo que le da tiempo para dedicarse a su familia, y, lo más importante, es lo que lo hace feliz.