Hillary Swank cuenta en distintas entrevistas que tras interpretar al transexual Brandon Teena sufrió una crisis de identidad. La actriz había ganado el primero de sus dos premios Oscar en la ceremonia de 1999 por encarnar a ese personaje real que fue violado y asesinado el 31 de diciembre de  1993.

Brandon Teena había nacido   como Teena Brandon, pero no reconocía su sexualidad, que se distorsionó con los abusos que durante su infancia vivió.  Y aunque tenía los genitales de una mujer, vivía como un hombre, vistió como tal e incluso enamoró a muchas mujeres, hasta que descubrieron su realidad biológica y se desencadenó su atroz desenlace.

A Swank le costó superar el trance y pocos roles consiguió desde 1999 hasta  2004, en que Clint Eastwood la escogió para encarnar a Maggie Fitzgerald, la malograda boxeadora que tras un accidente queda parapléjica y muere, con lo que logró su segunda estatuilla dorada.

En la historia hollywoodense existen otras actrices que en la pantalla fueron “ellos”. La más reciente es Glenn Close, quien aspira al Oscar por el filme Albert Nobbs, del cineasta colombiano Rodrigo García Barcha, el hijo del escritor Gabriel García Márquez.

Se trata de una adaptación que la misma Close y John Banville escriben acerca de la obra original del irlandés George Moore (The Singular Life of Albert Nobbs). Es acerca de una mujer que intenta sobrevivir con la identidad de un hombre en la Irlanda del siglo XIX.

Close revela que interpretó por primera vez al personaje de Albert Nobbs en 1982 en una producción teatral con la que ganó un Premio Obie.

De hecho, la actriz de 64 años, que alcanzó notoriedad en 1987 por Atracción fatal con Michael Douglas,   quiso adaptar la obra al cine desde 1997. Tres años después el proyecto se inició con Istvan Szabo como director, pero falló la financiación y quedó en “stand by” hasta diciembre del 2010 en que inició el rodaje.

Según Close, quien ha sido nominada seis veces al Oscar, no ha sufrido crisis de identidad porque se trata de un personaje que ha interpretado desde hace casi 30 años.

En el mismo año que Close encarnó a Nobbs en el teatro, Julie Andrews también vestía como hombre durante el rodaje de Víctor Victoria, la versión estadounidense que Blake Edwards (The Pink Panther) hizo del musical alemán Viktor und Viktoria (1933) y que ya había sido versionada en Francia (1934).

Andrews encarnaba a Victoria, una  cantante de ópera que no conseguía trabajo y debía hacerse pasar por hombre con la complicidad de un intérprete de cabaret (Robert Preston). Así Victoria (Andrews) se convierte en Víctor.

Por ese papel, la actriz de la también célebre película Mary Poppins  obtuvo una nominación para el Oscar de ese año, que finalmente ganó Meryl Streep por Sophie’s Choice. Lo que sí ganó Andrews con ese personaje fue un Globo de Oro.

Al año siguiente de la gala, en 1983, quien ganó una estatuilla dorada por personificar a un hombre fue Linda Hunt. Ella fue Billy Kwan en The Year of Living Dangerously, de Peter Weir.  Kwan es un fotógrafo que trabaja en Yakarta con Guy Hamilton (encarnado por Mel Gibson), un periodista australiano que cubre los conflictos en ese país.

La historia hollywoodense de actrices que encarnaron a hombres se remonta hasta  1935 con el filme Sylvia Scarlett, donde Katharine Hepburn se escondía tras una apariencia masculina en su exilio de Francia a Inglaterra.

Barbra Streisand es otra de las actrices que interpretó a un personaje masculino. Fue en 1983 con Yentl, la historia de una judía a quien le impiden estudiar a inicios del siglo XX porque es mujer y decide cortarse el cabello para simular que es un hombre.

La fórmula de mostrar el machismo de las sociedades se repite en filmes como la ligera comedia Just One of the Guys (1985) en la  que Joyce Hyser es Terry, una estudiante que quiere ganar un concurso de periodismo y que luego viste como un joven  para demostrarlo, aunque termina enamorándose de su “proyecto”.

Luego el director Andy Fickman planteó un “remake” con el nombre de She’s the man (2006) con Amanda Bynes. Ahí lo que varía en la historia es que ella quiere ingresar a un equipo de fútbol en lugar de ganar un concurso de periodismo.

Un año antes, en 2005, Felicity Huffman, conocida por su participación en Desperate Housewives soprendió con su papel de Bree Osbourne, un transexual que cuando está a punto de operarse recibe la llamada de un hijo a quien nunca había conocido. Bree le revela que en realidad no es su madre, sino su padre que quiere ser una mujer.

Huffman fue candidata al Oscar por ese rol, pero fue Reese Whiterspon que lo ganó por la cinta Walk the line.
Cate Blanchett como Bob Dylan en I’m not there (2007), Tilda Swinton como Orlando en la cinta homónima (1992) y otras forman una lista casi interminable  de actrices que en la pantalla fueron “ellos”.