Chavela Vargas dio batalla hasta el final
De peculiar estilo y áspera tesitura vocal, Chavela Vargas supo formular un perfil como cantante que sedujo lo mismo a la realeza europea que a mandatarios, intelectuales y públicos diversos.
La nonagenaria cantante falleció ayer en el hospital Inovamed de Cuernavaca, donde permanecía desde el 26 de julio pasado en que llegó a México tras pasar otros días internada en una casa de salud de España donde daba un concierto el pasado 12 de julio.
Nacida en Costa Rica el 17 de abril de 1919 y naturalizada mexicana, Isabel Vargas Lizano llegó a México siendo una adolescente.
Desde entonces han pasado más de 70 años. Personaje de la vida nocturna y la bohemia en la tierra que la adoptó, Chavela Vargas tuvo amistad con personajes de la cultura local y extranjera, así como con las figuras musicales más importantes de su época.
De personalidad dominante, franca y optimista, siempre reconoció su alcoholismo. Acostumbraba llevar pistola al cinto. Nunca escondió sus amores con otras mujeres. Frida Kahlo, fue uno de esos romances. Decía que no dejaría de cantar si no hasta que las fuerzas la abandonaran. Afirmaba que prefería una vida con paz en el alma que dinero.
Pasaba de los 40 años cuando debutó discográficamente. De principios de los sesenta a la fecha conformó una discografía de más de 80 títulos. Aunque al final de los 70 anunció su retiro, en 1991 reactivó su vida profesional.
Chavela Vargas fue amiga de personalidades como Picasso, Carlos Fuentes, Diego Rivera y Carlos Monsiváis. En su voz, dio celebridad a canciones como ‘Macorina’, ‘No sufras más’, ‘María tepozteca’, ‘Piensa en mí’, ‘Paloma negra’, ‘Fallaste corazón’, ‘Qué bonito amor’ y ‘Un mundo raro’.
Fue reconocida con la Gran Cruz Isabel la Católica, las medallas de Oro de las universidades Complutense de Madrid y al mérito de la de Alcalá de Henares, así como con el nombramiento de Huésped de Honor de Buenos Aires, como Ciudadana Distinguida de la Ciudad de México y con el Grammy Latino.
En abril de 2012, la cantautora presentó ‘La luna grande’, material discográfico con obras de Federico García Lorca que sirvió de homenaje al autor español. El disco, musicalizado por Chavela Vargas, incluye versos de textos dramáticos, sonetos y romances de Lorca.
Dos meses después, presentó un libro que reúne los 35 retratos a lápiz realizados por el artista plástico, Juan Carlos del Valle. Los dibujos también sirvieron para el montaje de una exposición. Para promocionar el disco se sometió, en silla de ruedas, a una gira que la cansó al extremo y la condujo a los hospitales donde finalmente murió.