El presupuesto de la cinta fue de $ 6,3 millones y comprada en 12 millones
Beast of no nation relata guerra civil africana a través de un niño
Agu es apenas un muchacho ganés que queda huérfano por la guerra civil en África Occidental. Eso lo conduce a un ejército rebelde de mercenarios, encabezado por un comandante interpretado por Idris Elba. Es la historia de ‘Beast of no nation’, película que fue adquirida para su difusión por Netflix, la cadena estadounidense de difusión por ‘streaming’ (flujo multimedia) y se estrenará mañana.
Además de verse por Netflix, la película que también protagoniza Abraham Attah (como Agu), se exhibirá en algunos cines seleccionados por la distribuidora independiente Bleecker Street. Pero la mayoría de la gente la verá en casa gracias a Netflix. Esta incursión del servicio de ‘streaming’ en el cine ya ha resonado en Hollywood y ha generado acuerdos con figuras como Brad Pitt, Adam Sandler, Leonardo DiCaprio y Judd Apatow.
‘Beast of no nation’, que está dirigida por Cary Fukunaga, es un descenso violento a la guerra civil africana, vista desde la perspectiva de un niño, y sus prospectos comerciales están bajo control. Es un drama de guerra audaz e implacable que abre un nuevo capítulo en el cine por internet. “Definitivamente no es una película fácil de ver. Tiene agallas”, dijo Elba.
Agregó: “Hay una versión de esta película que es mucho más comercial y mucho más fácil para el público. Cary no quería hacer eso, yo no quería hacer eso”, explica Elba sobre el contenido de la película que discutió con Fukunaga antes de aceptar su invitación para actuar.
Tampoco fue fácil de filmar. Fukunaga, el director de 38 años que ha estado a cargo de ‘True detective”, ‘Jane Eyre’ y ‘Sin nombre’, quiso hacer un filme sobre niños soldados por más de una década. La cinta cobró forma cuando conoció la novela homónima de Uzodinma Iweala publicada en 2006.
Fukunaga insistió en que la cinta, con un presupuesto de 6,3 millones de dólares (y adquirida por Netflix por 12 millones), se filmara en África Occidental. Al final decidieron que sería en Gana, donde nunca antes se había filmado una película de Hollywood.
“Fue una producción tremendamente complicada, problemática e infortunada. Fueron 7 semanas de rodaje”, dijo Fukunaga. “No puedo creer que hayamos sobrevivido”.
Fukunaga y otros miembros del equipo se enfermaron de malaria. Su camarógrafo se desgarró el tendón de la corva, por lo que Fukunaga tuvo que reemplazarlo. Cuando los necesitaban, los extras se negaban a trabajar si no les pagaban más. El equipo militar que necesitaban como armas y vehículos llegaba de manera impredecible. La producción desconocía los pronósticos del clima, así que no sabían si la lluvia iba a durar 20 minutos o todo el día. Elba se enfermó de los pulmones y no muy lejos de ahí surgió el brote de ébola.
“Era tan temprano en aquel entonces que nadie sabía qué tan grande iba a ser”, dijo Fukunaga sobre la enfermedad viral. “Para cuando terminamos de filmar, era una epidemia que había estallado por completo”.
Cuando Netflix presentó una oferta para ‘Beasts of no nation’, Fukunaga tuvo problemas para tomar una decisión. El director estadounidense de padre japonés y madre sueca cree fielmente en la experiencia de la gran pantalla y espera que la gente vaya a ver la película en el cine. Pero al final lo convenció el jefe de contenido de Netflix, Ted Sarandos, quien estuvo de acuerdo con el estreno simultáneo: en casa y las salas.
Lo que convenció a Fukunaga fue el hecho de que Netflix tiene más de 61 millones de suscriptores. “Nuestro alcance será mucho más amplio a lo que he hecho en el mundo de los largometrajes”, dijo Fukunaga. Elba cree que el acuerdo es representativo de la época.
Sostiene que “quizá un viernes por la noche no vaya a ver una película sobre niños soldados”, dijo. “Pero Netflix tuvo una iniciativa muy atrevida y la compró y eso es muy emocionante para todos, definitivamente ayudó a hacer más famosa la película. La controversia en torno a Netflix definitivamente no ha afectado nuestro filme”. (I)