Aunque es conocida por interpretar temas que hablan sobre la traición y el dolor, asegura que también le gustan las canciones felices. La quiteña Azucena Aymara, nombrada en el medio artístico como ‘La jefa’, recalca sentirse orgullosa de ser ecuatoriana y hacer música nacional, por lo que constantemente viaja a distintos países para mostrar su música.

En agosto ofreció un concierto en Colombia, junto a sus hijos Marlon Julian y Aymarita, los nuevos talentos de la dinastía Aymara, y con quienes desde el año pasado comenzó a ofrecer shows para celebrar sus 21 años de trayectoria.

Nueva York es otros de los lugares que visitó hace poco, y esta semana viajó a Panamá para continuar con la gira de conciertos que realiza fuera del país. “La gente siempre me recibe con mucho cariño. Me gusta cantarles a nuestros migrantes que están repartidos varios países, especialmente en Estados Unidos y Europa, porque al llevarles música nacional recuerdan con nostalgia su Patria”, comenta.

Ese cariño que le muestran sus seguidores no solo se refleja en su vida musical, sino también en la personal. En julio pasado, decenas de personas le escribieron palabras de aliento a través de su cuenta de Facebook, y las respectivas condolencias por cumplirse un año más de la partida de su hija Tania Paredes Aymara, a quien la artista le dedica ‘Cementerio’, una de sus canciones preferidas, y con la que ha logrado sacar lágrimas a más de uno.

“Tenía 22 años cuando murió, y llevaba cinco en el medio musical, pero desde los seis demostró su inclinación por la música participando en concursos. Ella fue la primera de la familia que comenzó a cantar, luego mi hermano (Jaime Enrique) y después yo. Ahora también lo hacen mis dos hijos”, explica.

Tras recordar ese triste suceso, ‘La jefa’ se concentra en su carrera musical, por lo que a finales de agosto lanzó el videoclip de su tema ‘Déjame’, el cual presenta a ritmo de cumbia para poner a bailar a sus fans. “He cantado en diferentes géneros para ofrecer algo distinto al público. Hace once años saqué un disco de tecnocumbia y fue un éxito”, cuenta Azucena.

Así trascurre la vida de esta artistas de 51 años, entre los escenarios y viajes alrededor del mundo. Cuando se aleja por unos días de los shows, disfruta de compartir tiempo con sus hijos. Ir a jugar bolos es una de las actividades que realizan juntos. “El hogar se forma entre los tres. Hace muchos años me divorcié del papá de mis hijos. Tuve una relación en la que no nos entendimos y separarnos fue algo doloroso, pero necesario”, dijo.