Durante el segundo encuentro territorial con líderes de la Sierra del movimiento CREO, celebrado en el Centro de Convenciones Quorum, de Cumbayá, el líder de esa agrupación, Guillermo Lasso, virtual candidato presidencial para las elecciones de 2017, presentó a sus simpatizantes varias propuestas que cumplirá si gana los comicios.

Entre ellas constan la eliminación de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología de Innovación (Senescyt) y la Ley Orgánica de Comunicación (LOC), cuerpo legal aprobado en segundo debate por la Asamblea Nacional hace tres años.

De inmediato, a través de las redes sociales, varios artistas mostraron su malestar y preocupación por la propuesta difundida por el banquero, puesto que con la eliminación de la ley estarían desapareciendo los beneficios que ha traído al sector artístico musical.

El artículo 103 de dicha normativa, en lo referente a la difusión de los contenidos musicales, establece que “en los casos de las estaciones de radiodifusión sonora que emitan programas musicales, la música producida, compuesta o ejecutada en Ecuador deberá representar al menos el 50% de los contenidos musicales emitidos en todos sus horarios, con el pago de los derechos de autor conforme se establece en la ley. Están exentas de la obligación referida al 50% de los contenidos musicales, las estaciones de carácter temático o especializado”.

La disposición transitoria sexta de ley también dispuso el cumplimiento gradual del artículo en el plazo de tres años: 20% en el primer año, 35% en el segundo y el 50% en el tercero, que es el actual. “Si desaparece la ley, quién nos va a programar nuestras canciones. Tendríamos que dedicarnos a otra cosa”, expresa el intérprete de música urbana, Juan Gómez, conocido como ‘Juango’ en el género urbano.

La cuencana Michelle Cordero comparte el criterio de Juango. “Antes de la ley, era un sufrimiento enorme para mí y mi equipo de trabajo” tocar puertas en las estaciones radiales y que al final sean muy pocas las que aceptan rotar su propuesta musical. Esto nos ha partido el alma”, refiere la cantante.

La intérprete de ‘Busco un corazón sincero’ añade que “sin este artículo o sin esta ley, qué soporte legal tendrán los artistas ecuatorianos. Los radiodifusores deben entender que los artistas somos embajadores de nuestra cultura y si no nos hacemos conocer en nuestro país, cómo vamos a proyectarnos en el exterior”, sentencia.

El salsero César Cabezas afirma que “sin el soporte legal, las emisoras mostrarán menos interés, del que ya tienen, en programar sus grabaciones”. “Pese a la existencia de esta norma, hay radios que no quieren poner nuestras canciones. Los artistas nos amparamos en la Ley de Comunicación que vela por nuestros intereses y les exige tomarnos en cuenta”, añade.

Nicole Rubira es otra de las cantautoras que resaltan la importancia de la normativa en beneficio del espectro musical. “La Ley es positiva porque los cantantes nos sentimos amparados y eso, además, nos exige a ser más competitivos, a presentar un trabajo de calidad. La norma exige al radiodifusor pero también al artista”, reconoce.

La también actriz señala que la normativa no debe regir el comportamiento tajante de los propietarios de las estaciones radiales, pues esta tiene un compromiso bilateral: el artista debe ofrecer música de calidad y al medio le corresponde difundirla, según indica el estatuto.

El presidente de la Sociedad de Autores y Compositores del Ecuador (Sayce), Troi Alvarado, quien fue el bajista del grupo Tranzas, sostiene que la normativa se la puede cumplir espontáneamente. “El 1 x 1 no debe ser algo que sancione o controle a los medios y meta miedo si quieren verlo así. El 1 x 1 debe ser una aptitud de valorar y respetar la música que se hace en nuestro país, pero también la oportunidad para que los artistas sean más arriesgados y siempre innoven sus propuestas, que sean curiosos, se arriesguen y ofrezcan un trabajo de calidad”, argumenta Alvarado.

Emisoras difunden éxitos pasados

Jorge López, quien lleva más de 20 años trabajando con artistas nacionales e internacionales, cree que, aunque la ley es positiva por la apertura que existe a los nuevos artistas, algunas emisoras están programando éxitos pasados de artistas nacionales que inclusive, muchos de ellos, ya no están en la escena musical. “Están cumpliendo con la cuota, pero también prefieren no arriesgarse y optan por lo ya conocido”, dice.

Su hermano José, quien también se dedica a la misma actividad, considera que existe una mala interpretación sobre el 1x1 o más bien. “Se debe replantear el 1x1 porque eso causa descontento en los nuevos artistas”, sugiere López.

Betty Recalde, locutora y promotora de artistas, un poco más optimista cree que la situación también ha servido para que los nuevos talentos se preparen mejor y ofrezcan un producto de mejor contenido.

El representante de artistas, Beto Álvarez, revela que ha rechazado a ciertos músicos porque sus propuestas son limitadas como para rotar en las radios locales. “Muchos cantantes me llaman para que los represente, pero cuando escucho sus grabaciones debo ser sincero con ellos porque no todos están preparados aún. Es difícil pero hay que saber competir con las propuestas que vienen de otros países y eso se hace con calidad”, explica Álvarez, quien ha representado al rapero Gerardo Mejía.

Las radios se defienden

Para Fernando Herrera, quien lleva 39 años en la radiodifusión como locutor y director de programación, considera que no hubo el tiempo suficiente para llegar establecer un plan de programación. “El 1x1 perjudica a las estaciones temáticas de música anglosajona o del recuerdo se han visto obligadas a programar temas de artistas con un concepto diferente a la línea del medio. Hay radios que desde hace años adquirieron una identidad y la ley hace que esa esencia se pierda. Hay oyentes que dejen de sintonizar las radios porque los programas que escuchaban cambiaron. Incluso muchos auspiciantes se han ido. Ahora es todo una mezcolanza”, dice.

Francisco Caamaño, director de programación de WQ Radio, es la contraparte. Él explica que para alternar las melodías nacionales con las internacionales hay que conocer bien el ritmo, género y temática de cada canción.

Asegura que WQ rota a 12 nuevos artistas ecuatorianos, a quienes les piden calidad de sonido y una letra que no promueva el sexismo, violencia o cualquier situación que atente contra un tercero. Explica que los alterna con melodías que tengan similitudes en sonidos para que haya armonía y así enganchar al oyente para cumplir con la ley. (I)

Medios usan plataforma digital

Más radios y artistas integran Latitud 1 x 1

Además de los conciertos realizados en diferentes ciudades del país para promocionar a los artistas nacionales, la Superintendencia de Comunicación (Supercom) cuenta con una plataforma digital desde enero pasado. Ahí las estaciones radiales pueden descargar las nuevas propuestas musicales de los artistas nacionales conocidos y emergentes.

“La plataforma permite al artista subir el número de canciones que desee, siempre y cuando tengan los respectivos derechos de autor y estén en los formatos que ahí se especifican”, explicó Josué Mettler, administrador de Latitud 1 x 1.

Esta iniciativa asegura que el medio que difunde la música pague las regalías a las instituciones de gestión colectiva como la Sociedad de Autores y Compositores Ecuatorianos (Sayce), la Sociedad de Artistas, Intérpretes y Músicos Ejecutantes en Ecuador (Sarime) y la Sociedad de Productores de Fonogramas (Soprofón).