Durante el Festival de Locarno en agosto pasado, Michael Cimino recibía el Leopardo de Oro en homenaje a su trayectoria. Tenía entonces 76 años, pero las posibilidades de que pudiera realizar alguna otra película eran remotas. La última vez había sido en 1996.

Locarno, un certamen de ‘autor’, reconocía con su premio especial los méritos de un cineasta estadounidense que llegó a lo más alto con un Oscar por ‘El francotirador’ (The Deer Hunter, 1978) y a lo más bajo con ‘La puerta del cielo’ (Heaven’s gate, 1980).

Unos meses después, a finales de 2015, la firma La Aventura publicaba en Blu-ray y DVD una edición restaurada y completa de ‘La puerta del cielo’, que irónicamente 35 años antes había sido calificada como fracaso financiero e incluso él mismo había sido nominado con un ‘Razzie al peor director’. Curiosamente hoy ese western sobre la lucha de clases se ha convertido en un filme de culto. Eso se reflejó cuando la edición en Blu-ray y DVD se agotó.

Once años después de su último filme ‘The Sunchaser’ (1996) reapareció en episodios de ‘Chacun son cinéma’ (2007), película colectiva realizada para celebrar el 60 aniversario del Festival de Cannes. Precisamente Thierry Frémaux, director artístico del certamen francés, anunció en su cuenta de Twitter el fallecimiento del cineasta. En 2007 se hablaba más de Cimino por su entonces renovada imagen, más bien andrógina que de su legado fílmico.

Cimino triunfó con ‘El francotirador’, pese a la controversia. Tras su proyección en el Festival de Berlín de 1979, los países socialistas retiraron sus películas del certamen en protesta por lo que ellos consideraban una visión reaccionaria del conflicto de Vietnam.

El público, sin embargo, llenó las salas para ver este apocalíptico descenso a los infiernos de la guerra de Vietnam por parte de un grupo de idealistas amigos que se alistan en el ejército. Las escenas en las que uno de los protagonistas, Christopher Walken, participa en Saigón en el temerario juego de la ruleta rusa -una bala en el tambor de la pistola y seis posibilidades de volarte la cabeza en una apuesta escalofriante-, certificaron, antes de la aparición de ‘Apocalypse Now’ de Francis Ford Coppola, el fin de la inocencia colectiva en cuanto a la contienda vietnamita.

Los premios cayeron por sí solos: cinco Oscar a mejor película, director, actor secundario (para Walken), sonido y montaje. En esa película Meryl Streep logró su primera nominación a la estatuilla dorada.

El filme costó $ 15 millones y triplicó los beneficios, todo lo contrario de ‘La puerta del cielo’, que partía con un presupuesto de $ 11 millones y medio y terminó costando $ 44 millones, pero no recaudó ni el 10% de lo invertido, al punto de quebrar a la United Artists.

Antes de ‘El francotirador’, Cimino se ganó prestigio como guionista con ‘Naves silenciosas’ (1972), un relato de ciencia ficción ecológica, y ‘Harry, el fuerte’ (1972), que es la secuela de ‘Harry, el sucio’. De hecho, Clint Eastwood, el protagonista fue quien le dio la oportunidad a Cimino de que dirigiera su primera película: ‘Un botín de 500.000 dólares’ (1974).

Las otras películas de Cimino fueron: ‘Manhattan sur’ (1985), ‘37 horas desesperadas’ (1990), ambas con Mickey Rourke; ‘El siciliano’ (1987), una adaptación de una novela de Mario Puzo (autor de ‘El padrino’) sobre el bandido Salvatore Giuliano; y ‘The Sunchaser’, una alucinante ‘road movie’ con Woody Harrelson. Después de eso Cimino tuvo uno que otro reconocimiento por su carrera. El último que recibió fue en agosto pasado en Locarno. (I)