Plan por ventas de celulares robados
En virtud de que los crímenes violentos vinculados al robo de smartphones (celulares inteligentes) siguen en aumento en Estados Unidos, las autoridades están pidiendo a los fabricantes de teléfonos que instalen la tecnología “killswitch” para que los dispositivos robados queden inutilizables.
La iniciativa “Secure Our Smartphones” (Aseguremos nuestros smartphones), encabezada por el fiscal general de Nueva York, Eric Schneiderman, y el fiscal de Distrito de San Francisco, George Gascón, fue presentada oficialmente el jueves pasado.
El objetivo es hacer que los teléfonos inteligentes carezcan de valor para los ladrones, que hoy pueden vender dispositivos robados en el mercado negro por cientos de dólares.
El año pasado, alrededor de la mitad de todos los robos en San Francisco involucraron un dispositivo móvil. Además, en varias ciudades, las víctimas de robo de celulares han sido asesinadas.
Schneiderman, para solucionar esto, citó en su oficina a los ejecutivos de las empresas Apple, Google, Samsung y Microsoft. El encuentro fue a puertas cerradas, pero Schneiderman dio una conferencia de prensa antes de la reunión para detallar lo que los legisladores quieren. “Nuestros parámetros de éxito son claros”, dijo Schneiderman, y añadió que “los fabricantes de smartphones tienen que hacer que todo teléfono robado se convierta en un trozo de ladrillo”. Es decir, una vez que un dispositivo se marca como robado, no puede ser reactivado y queda inutilizable.
Enfatizó que cualquier tecnología antirrobo tiene que ser “universal para todos los teléfonos” y que, en su opinión, “este problema estará resuelto en el plazo de un año”. Los modelos del próximo año deben tener instalada este tipo de tecnología, agregó Schneiderman.
Los legisladores están presionando a los fabricantes de teléfonos inteligentes luego de un inútil esfuerzo emprendido el año pasado por las compañías operadoras para prevenir ese tipo de crimen. La asociación inalámbrica CTIA intentó crear una base de datos de teléfonos inteligentes con reporte de robo, pero Schneiderman se refirió a este programa como un “fracaso”, pues los robos aumentaron.
Gascón fue contundente acerca de su visión sobre la responsabilidad de los fabricantes de celulares, afirmando que ellos tienen “la obligación moral” de intervenir en el problema del robo de celulares.