Un grupo de 50 personas acudió al complejo judicial de Quitumbe para respaldar a los siete religiosos y dirigentes del movimiento Frente Nacional por la Familia que fueron demandados por supuestos mensajes discriminatorios en la campaña ‘Con mis hijos no te metas’.

La segunda audiencia solicitada por los colectivos GLBTI se desarrolló ayer en Quito.

Antes de que inicie el proceso judicial, los asistentes rezaron en voz alta. Uno de ellos fue Gonzalo Palta, quien se identificó como católico. El hombre, de 42 años, aseguró que ellos no atacan a los grupos gays, sino que defienden la forma en la que ellos quieren que sus hijos sean criados y educados.

La audiencia se inició a las 08:40 y finalizó pasado el mediodía. Mientras los jueces deliberaban, Cintya Carrasco, la abogada de los grupos GLBTI, indicó que si el tribunal emite una sentencia favorable para los promotores de la marcha, ellos llevarán su pedido a organizaciones internacionales.

“Es falso que estamos enjuiciando a la Iglesia Católica. Lo que pedimos es lo justo: que se retiren los mensajes que incitan al odio en todas las plataformas que estos grupos usaron y emplean para llegar a sus creyentes”, dijo la abogada.

Ella agregó que los procesados, al igual que en la primera audiencia, no asistieron a la sala judicial. Esto a  pesar de que su comparecencia fue un pedido de los jueces.

Julio Neira, del colectivo Tejido Diverso, una de las organizaciones que inició el proceso judicial, indicó que la marcha ya se realizó, pero lo que se busca es marcar un precedente frente a nuevas campañas o  manifestaciones. “No queremos que se apele a la desinformación”.

 Hasta el cierre de esta edición, a las 15:00, los jueces no emitían su sentencia. (I)