Si bien la palabra ambateñidad no se encuentra en ningún diccionario nacional ni en libros de autores tungurahuenses, es un concepto que se viene transmitiendo de padres a hijos desde el primer año del siglo XX.

En aquella fecha había transcurrido una década del fallecimiento de Juan Montalvo, sin duda el ambateño más representativo en la historia ecuatoriana, y se empezaba a forjar dicho proyecto identitario.

“El hijo predilecto de Ambato, es así como se denominó a este ilustre y destacado escritor, maestro innato, ensayista y novelista. Su figura y obra es el pilar de nuestra identidad, no obstante, cuando se cumplieron 60 años de su partida, ocurrió en la urbe un evento terrible”, explica Norma Barrionuevo, bibliotecaria e historiadora.

La septuagenaria mujer se refiere al fatídico terremoto del 5 de agosto de 1949, en el que fallecieron más de 5.000 personas en la Sierra centro.

Un año después de esta tragedia, y gracias a los esfuerzos de los emprendedores y tesoneros ambateños, dio inicio la fiesta más importante y multitudinaria de Ecuador.

La siembra y cosecha está muy arraigada a la vida de los ambateños, quienes reciben el apodo de “guaytambos”. Foto: Roberto Chávez / El Telégrafo

Importancia de los productos agrícolas

Se trata de la Fiesta de la Fruta y de las Flores (FFF). Esta celebración, la cual en este año se desarrollará del 1 al 5 de marzo, es un recordatorio del resurgimiento de la ciudad y de la incidencia que tienen los productos agrícolas en la vida de sus habitantes.

“Especialmente las frutas y las flores. Manzana, pera, durazno, claudia, taxo, y rosas, claveles, margaritas y tulipanes, entre otras flores, son los elementos con que se adornan cada año las carrozas alegóricas sobre las que desfilan las reinas”, asegura Pedro Reino, cronista oficial de Ambato y la Sierra centro.

Elementos de identidad

A decir del historiador, es tal la relevancia de estos productos en Ambato que hace dos siglos se acuñó el nombre de una fruta como apodo para sus habitantes.

“Guaytambo es la denominación coloquial que recibe todo ambateño, de la cual estamos orgullosos. Hasta hace tres generaciones, Ambato era la ciudad del país con mayor número de nombres femeninos referentes a flores, entre ellos Rosa y Margarita”, agregó el historiador.

Montalvo, Atocha, Ficoa, Miraflores, Izamba y Huachi Chico son algunas de las parroquias emblemáticas de la urbe, en las que desde hace dos siglos se mantienen los tradicionales jardines.

En estos huertos, también conocidos como vergeles, abundan las frutas mencionadas y se permite el ingreso de los turistas. (I)

------------------------

Insuperables adornos para las carrozas alegóricas

Miles de manzanas, claudias, peras, entre otros frutos, así como claveles, rosas y tulipanes, son los productos que hábiles artesanos usan cada año para engalanar las estructuras rodantes que participan en los desfiles. Uno de ellos es Freddy Sánchez.

Sus diseños se enfocan en elementos característicos de la capital tungurahuense, como la elaboración de pan, la ganadería, la producción calzadista y textil, la actividad comercial y más sectores productivos locales.

“Me dedico a esto desde hace 10 años. Cada septiembre, el Comité Permanente de la Fiesta convoca a un concurso abierto de diseños para los carros alegóricos del desfile mayor, y un mes después empieza el proceso de contratación de los proyectos y dibujos”.

En su taller, ubicado en la parroquia Huachi Chico, hace cuatro meses los trabajos para la elaboración de las carrozas la iniciaron diez personas, no obstante, en este mes el número de ayudantes se triplicó.

Una de las estructuras que al momento allí se arman es de metal, y sobre ella se pega esponja, fómix o cartón. A la vez, sobre estos materiales se colocan las frutas y flores, además de granos y las semillas.

Tras el desfile, estas obras de arte permanecen varios días en las inmediaciones de la quinta La Liria, en Atocha, como parte de una gigantesca exhibición. (I)