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El Telégrafo
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Gavin MacFadyen / amigo personal de Julian Assange y director del Centro CIJ

"La razón por la que sigue Assange en la embajada no es la supuesta denuncia sexual"

"La razón por la que sigue Assange en la embajada no es la supuesta denuncia sexual"
Foto: Leonardo Boix/El Telégrafo
31 de marzo de 2016 - 00:00 - Leonardo Boix, corresponsal en Londres

Los gobiernos y corporaciones más poderosos buscan ampliar sus políticas de vigilancia y espionaje masivo, para perpetuarse en el poder y conseguir una ciudadanía desinformada, algo que la prensa libre debe combatir de forma incansable.

Esta es la reflexión  del estadounidense Gavin MacFadyen, amigo personal de Julian Assange y director del influyente Centro para el Periodismo de Investigación de Londres (CIJ). Él habló en profundidad con EL TELÉGRAFO sobre los desafíos que enfrenta el periodismo, las presiones de los gobiernos y los servicios secretos para acceder a información de los ciudadanos y ocultar acciones ilegales, y sobre el caso del fundador de WikiLeaks.

El veterano periodista y experto es profesor de periodismo de la City University de Londres y trabajó como investigador para los programas Panorama de la BBC, World in Action, Channel 4 Dispatches y The Money Programme.

Además, ha organizado gran cantidad de seminarios y conferencias internacionales sobre el rol del periodismo de investigación en el mundo, incluida en la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia, en la Universidad de Johannesburgo, y de Glasgow.

¿Cuál es la máxima prioridad del Centro para el Periodismo de Investigación de Londres?

Nuestra institución hace un gran número de cosas. Pero fundamentalmente se enfoca en la educación y entrenamiento de periodistas en el ámbito del periodismo de investigación en varios países, en el Reino Unido, pero también en Alemania, en África, Asia, y en América Latina. En el ámbito de la educación, funcionamos dando asesorías. Hacemos mucho trabajo en el ámbito público, en representación de la prensa libre, y contra la censura y el secretismo. Somos muy activos en cuanto a la Ley de Libertad de Información, por la libertad digital y de Internet. Nos hemos dado cuenta de que el mundo entero ha cambiado mucho después del trabajo que hizo Edward Snowden. Antes de ello, nosotros éramos una institución bastante tradicional, entrenando a reporteros a ser buenos periodistas de investigación, que incluía saber sobre grabaciones encubiertas, análisis estadísticos, etc. Pero ahora nos estamos dedicando cada vez más al sector de la seguridad de información.

¿A qué se refiere con la seguridad de la información?

Me refiero al problema serio que enfrenta el periodismo desde el final de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), y que tiene que ver con que todo lo que hacemos es grabado, archivado, espiado. Todo. Esto presenta a los periodistas muchos desafíos, por ejemplo ¿Cómo se protege una fuente periodística? ¿Cómo se protege un artículo, que en algunos casos debe ser silenciado por algún tiempo? Ellos, los grupos poderosos, saben todo acerca de nosotros. La seguridad de información ofrece protección básica, si se quiere de autodefensa, y es muy importante para nosotros los periodistas. Inicialmente la mayoría de los periodistas no entendía esto, lo mismo ocurría con muchos bloggers. Pero cada vez más, los periodistas y abogados están volviéndose vulnerables y están en peligro debido a las políticas globales de vigilancia y espionaje.

¿Cuán importante cree que es la función y responsabilidad del periodismo de investigación en el mundo actual, especialmente después de la labor que han hecho Snowden y el fundador de Wikileaks, Julian Assange?

Las grandes corporaciones mediáticas y periodísticas están poniendo cada vez menos y menos dinero para el periodismo de investigación. ¿Por qué creo que el periodismo de investigación es importante? Porque si la población no cuenta con la información sobre lo que pasa, no puede ejercer rol alguno en una democracia. Una democracia requiere de un electorado informado. Un electorado inteligente que conoce y entiende lo que está pasando. Si la gente no sabe lo que pasa, o la información es silenciada por los servicios de Inteligencia, solo aquellos que esconden los secretos sabrán lo que verdaderamente ocurre. Pero no el votante. Y por ende estoy convencido de que un ciudadano desinformado no puede ejercer ningún rol significativo en un proceso democrático. Ese es un antiguo principio americano. Pero también en Francia, en Alemania, en Gran Bretaña, se piensa así. En otras palabras, si hay censura masiva es muy difícil para el ciudadano saber lo que ocurre, y no sabrá sobre qué bases ejercer su voto”.

En el Reino Unido, muchos organismos defensores de los derechos civiles han denunciado que el gobierno conservador de David Cameron busca implementar leyes y normas que cercenan los derechos y libertades individuales de los ciudadanos, al ponerse en práctica cada vez más medidas de vigilancia masiva y espionaje supuestamente por razones de seguridad antiterrorista. ¿Qué piensa al respecto?

Estoy muy opuesto a estos poderes adicionales, pero no solo de parte del Gobierno, sino también de las corporaciones poderosas, que permiten dar poderes ilimitados, y sin regulación, a grupos que no son controlados. Yo fundamentalmente pienso, como tantos otros periodistas, que la Policía, los Servicios de Inteligencia y las Fuerzas Armadas, no están obligados a rendir cuentas. Ellos pueden hacer lo que quieren, hay una impunidad muy efectiva en esos sectores. Por ejemplo, los servicios secretos han espiado electrónicamente a la población de Gran Bretaña durante al menos ocho años. Y esto está en contra de la ley. Y ninguna persona ha sido denunciada, menos aún procesada o apresada en el país por un delito de esta naturaleza. La labor secreta de los servicios de Inteligencia debe quedar expuesta. Por qué ellos están violando la ley. Nadie dice nada sobre esto porque es peligroso.

¿Cuán importante cree que ha sido el trabajo de Snowden y Assange a la hora de desenmascarar a las grandes corporaciones y a los gobiernos poderosos por sus prácticas ilegales, desde la vigilancia masiva hasta torturas y desapariciones forzadas de personas?

Yo pienso que las autoridades, tanto de Gobiernos como de corporaciones poderosas, y ocupen el escalafón que ocupen, deben ser obligadas a rendir cuentas por sus acciones. Pero si no sabemos lo que hacen, ¿cómo podemos hacer que rindan cuentas? Lo que hizo Assange fue filtrar materiales secretos, millones de documentos de gran importancia, que Wikileaks puso a disposición de la gente sin censura. Sólo una pequeña fracción de ellos han sido leídos. Todos hablan sobre Julian Assange y lo que hizo, pero muy pocos han leído los documentos importantes que han sido publicados. La Policía y las autoridades aprovechan esta situación para decirle a la población lo que contienen esos documentos. ‘Esto es muy peligroso’, ‘Hace peligrar la seguridad nacional’, ‘Pone en riesgo a los soldados’, son algunas de las frases que dicen, pero en muchos casos no tienen relación con el contenido de los documentos.

Después de todos los años que he pasado estudiando estos materiales, las denuncias de los espías y de la Policía no son ciertas. Por ejemplo, desde que Assange y Wikileaks publicaron esos documentos, ningún soldado ha resultado herido como consecuencia de ellos, ni tampoco policías fueron afectados. En el caso de Snowden, la información que reveló es mucho más seria. Porque muestra en detalle actividades ilegales del Gobierno de Estados Unidos. Actividades que el Congreso estadounidense nunca autorizó, que el presidente Barack Obama niega, y que involucran prácticas de espionaje a virtualmente todo el mundo. Estamos hablando de trillones de datos, conversaciones y mensajes privados. Cada hora estamos siendo espiados, grabados y nuestra información ingresa a las bases de datos de los servicios de Inteligencia, sin control alguno.

Porque no sólo estamos hablando aquí de lo que ocurrió en las guerras de Irak y Afganistán, sino también de prácticas que afectan a ciudadanos de a pie, cuyos movimientos son seguidos minuciosamente por los servicios de espionaje…

Exactamente. Los documentos vinculados a las guerras de Irak y Afganistán representan solo un 2% del total de los materiales filtrados por WikiLeaks. Pero lo que revelaron en Irak fueron crímenes de guerra, masacres de civiles inocentes, incluidas mujeres, ancianos y niños, corrupción financiera por parte del Gobierno iraquí y por  algunos contratistas estadounidenses, franceses e italianos. El problema más grave es que la mayoría de la gente que habla de estos temas no ha leído los documentos filtrados por WikiLeaks. Por eso no tienen idea de qué contienen. Si se leen esos documentos uno puede darse cuenta de la gravedad y extensión de las violaciones y acciones ilegales cometidas. Yo he hablado con embajadores y funcionarios gubernamentales en diez países, y ninguno de ellos admitió que como consecuencia de las filtraciones sufrieron alguna represalia.

De hecho, la posición oficial del Departamento de Estado de EE.UU. es que nadie ha sido herido o recibió represalias como consecuencia de las revelaciones de WikiLeaks. Es muy importante que dejemos en claro esto. Y sin embargo, las autoridades siguen diciendo las mismas mentiras que desde un principio, que miles de personas serán asesinadas, que será un desastre para las políticas de Exterior de EE.UU., que cómo se puede contar con un Gobierno sin secretos, en fin, toda esa cantidad de estupideces. Lo que Snowden ha demostrado es que si se espía a toda la población, a nivel masivo, y se almacena semejante cantidad de información, será imposible controlar cómo se utiliza esa información, quién puede acceder a ella y para qué fines. Al menos que las autoridades quieran más poder para ellos mismos. Porque no nos olvidemos: la información es poder.

¿Cree entonces que el papel del periodismo de investigación es mediar entre esos documentos y materiales secretos filtrados, y la población en general, para mantener mejor informado al electorado sobre las actividades de sus gobernantes y servicios de seguridad?

Por supuesto. Pero aquí aparece otro aspecto que hay que debatir. ¿Cómo hacer que la población confíe en los medios, en los periodistas? Lo que hemos visto en este caso, como pasó con el The New York Times, el The Guardian, Der Spiegel y otros periódicos, es que recibieron muchos documentos, y publicaron casi nada, casi nada. La verdad es que muy poco. Por ejemplo, el The Guardian de Londres recibió 50.000 documentos, pero solo publicó 30 o 40. Muy pocos en comparación. Pienso que los periodistas de investigación deben mediar entre la información que reciben y el público en general, pero deben hacerlo con honestidad. Y muchas veces no actúan con honestidad.

La razón por la que muchos periodistas no publican estos documentos es porque son peligrosos. A los gobiernos no les gusta que salgan a la luz. Como tampoco a la Policía secreta. Por ejemplo, ¿cuándo fue la última vez que algún periódico en México publicó detalles de audiencias del Congreso en Estados Unidos acerca del control de la CIA sobre partes de la Policía mexicana? O acerca de cómo el Gobierno de Estados Unidos utilizó su relación con México durante las guerras de Nicaragua, para sus políticas contra el tráfico de cocaína. ¿Alguno publicó algo sobre esto? Ese es el problema. La CIA es una organización muy poderosa, con mucha influencia en muchos países. Y como resultado de ello, muchos periodistas se ponen nerviosos a la hora de publicar material secreto. Pero la verdad es que gran cantidad de la información que fue revelada por WikiLeaks es de una importancia enorme.

Siendo amigo personal de Julian Assange y conociendo tan bien el caso ¿Qué opina sobre la situación actual de Julian tras el reciente dictamen de la ONU que concluyó que el fundador de WikiLeaks ha sido detenido ilegalmente en la embajada de Ecuador en Londres?

Como periodista y como amigo personal de Julian, le doy todo mi apoyo a Assange. Porque tantos otros periodistas en el pasado han pasado por la misma situación. Hay una famosa frase que proviene de los indios Navajos en Estados Unidos y que dice: ‘Si dices la verdad, busca rápido un caballo que galope veloz’. Y eso se aplica aquí. Pero lo cierto es que los caballos de Assange no fueron suficientemente rápidos y ahora él se encuentra en la embajada de Ecuador.

¿Cree que Julian será eventualmente liberado y que las autoridades británicas lo dejarán salir de la embajada?

Sí, eso creo. Porque el Gobierno británico se quiere deshacer de él, y los ecuatorianos quieren terminar con esta situación de tener a alguien en su embajada por tiempo ilimitado. Julian quiere abandonar la embajada y viajar a Ecuador. La mayoría de los países europeos apoya activamente a Assange. En Francia, en Alemania, en Bélgica, en Holanda, en Escandinavia, incluso en Suecia, la mayoría de la gente no cree que Assange deba ser tratado de esta manera. La razón por la que él sigue dentro de la embajada no se relaciona con las supuestas denuncias sexuales que surgieron en Suecia. Eso es una formalidad, un regalo para las autoridades de Estados Unidos. Pienso que cuanto más lo conozco a Julian y su caso, más lo apoyo. Nadie es ejemplo perfecto de algo. Uno aprende esto como periodista. Las cosas son muy complejas. Los periódicos son organizaciones complejas, Julian Assange es una persona compleja. Pero uno debe darse cuenta de la realidad a partir de evidencia fehaciente. Assange expuso actos ilegales y delitos a escala masiva cometidos por el país más poderoso del mundo, y por eso está allí.

¿Cómo ve el futuro del periodismo de investigación, y del periodismo en general en el mundo, tras las revelaciones de vigilancia masiva, de censura y de espionaje a gran escala cometidos por gobiernos poderosos?  

Yo no estoy de acuerdo para nada con la publicación de información que viole la privacidad de los ciudadanos. Estoy absolutamente opuesto. Como periodista con 40 años de experiencia nunca lo hice, no me gusta hacerlo y considero que es algo asqueroso. Pero los funcionarios, gobernantes y servicios de seguridad son otro asunto. Lo que ellos hacen deben ser de conocimiento público. Cualquier ataque a un ciudadano y su privacidad es algo asqueroso. Es equivocado. Pero eso es lo que hacen los gobiernos poderosos. (I)

DATOS SUELTOS

Un veterano periodista
Como reportero y editor, el británico Gavin MacFadyen ha trabajado en más de 50 programas investigativos de televisión como PBS Frontline, World in Action de Granada Television, BBC’s Fine Cut, The Money Programme y 24 Horas.

Un trabajo reconocido
MacFadyen ha investigado un sinnúmero de historias sobre trabajo infantil, contaminación ambiental, tortura política de prisioneros, la aparición de neonazis en Inglaterra, la muerte de grupos rebeldes en Nicaragua, las organizaciones criminales en China. También ha dedicado espacios a la historia de la CIA.

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