Desde hoy inicia la colocación de 845 placas en las calles de Cuenca, que aún no tienen denominación.

Esta labor se concentrará en distintos sectores de los barrios Misicata, Miraflores, Ricaurte y Colinas de Monay.

Varios nombres de personas fallecidas, productos azuayos y cuencanos, fueron seleccionados a través de la comisión integrada por delegados de la Casa de la Cultura del Azuay,  representantes de las universidades  de la urbe,  el cronista Juan Cordero Iñiguez y el concejal  Jaime Moreno, presidente de esta comitiva.

Para escogerlos,  según Moreno,  se basaron en lo que establece  la ordenanza para la nominación de vías urbanas y rurales del cantón.

Explicó que la ciudadanía jugó un papel importante, debido a que los habitantes de cada  sector tenían que presentar una carta con la microbiografía del personaje.

Los letreros

Las placas miden 50 centímetros de ancho por 25 de alto. El fondo es de color azul y el nombre de las calle irá en letras blancas. Están hechas de cerámica, sin ningún logo, ya que de acuerdo con el funcionario: “la ciudad es permanente y  las administraciones no”.

La entidad encargada de instalarlas en un periodo de dos meses es la Dirección de Avalúos y Catastros. Su titular, Pablo Peñafiel, señaló que el monto invertido fue de 30 mil dólares.

Pidió a la ciudadanía que colaboren con el personal a cargo de esta tarea. “Ellos tendrán identificaciones”, dijo.

El contenido de cada placa irá de la siguiente manera: título (sea calle, avenida o paseo), nombre, año de nacimiento y defunción, y al final la leyenda del personaje.

La comisión aprobó 1.300 nombres, sin embargo se decidió colocar únicamente 845. Los sobrantes se mantendrán en reserva  debido a que existirían otras calles que están dentro de la nómina, pero que aún no han sido aperturadas.