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Encender inciensos y velas también atrae salud, amor y la buena suerte
El fuego representa la destrucción de energías negativas y la limpieza del cuerpo, casa y ambiente.
Con esta creencia, millones de personas alrededor del mundo encienden en sus casas velas y varas de incienso la noche del 31 de diciembre.
Además de ahuyentar insectos y microorganismos invisibles dañinos para la salud, las deliciosas fragancias que se desprenden durante la combustión de estos implementos, crean un ambiente de paz, armonía y alegría.
Las velas más usadas en este ritual son las que tienen fragancias frutales, como manzana, mandarina, naranja y guanábana.
También se encienden inciensos con fragancias de vainilla, canela y menta. El ritual se complementa con una sesión, grupal o individual, de meditación, oración y ejercicios que promueven la relajación. (I)