Ángela Moreno vive en La Estación, al occidente de Latacunga. Le gusta ese sector, pero le incomoda seriamente el ruido.

En aquel barrio se concentran vendedores ambulantes, el tránsito vehicular es intenso, hay restaurantes con música en altoparlantes y las tiendas de CD aportan también en el problema de  la contaminación acústica. “Hay veces que es insoportable”, declaró Moreno.

Su apreciación no es errada. Según Luis Reinoso, ambientalista, uno de los sectores más afectados por el ruido es La Estación, también El Salto y San Felipe.

“Este inconveniente aumentó en esta urbe en la última década y se han registrado hasta  90 decibeles. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una persona puede tolerar hasta 55 y con más de 60 experimenta malestares físicos”, aseguró Reinoso.

El último estudio que hizo el Cabildo con respecto al ruido fue hace dos años. Y este inconveniente no disminuye. En la zona central de Latacunga hay entre 10 y 15 almacenes de ventas de CD que promocionan los éxitos con equipos a alto volumen. Nadie les dice nada, tampoco la gente protesta.

Para Nataly Ayala, directora de Ambiente, no existe una ordenanza actualizada que regule. Tampoco cuentan con la tecnología necesaria para realizar mediciones que arrojen resultados sobre los cuales se podría trabajar para evitar la propagación del ruido.

Por ahora, con la única herramienta que cuenta el GAD Municipal de la cabecera cantonal son unos equipos colocados en el cementerio general que miden la frecuencia de las partículas de suspensión producidas por el tráfico vehicular.

La funcionaria está consciente de la incomodidad que representa para los ciudadanos lidiar diariamente con altos niveles de ruido. De ahí que se espera que para mediados de año se concrete la contratación de un experto en el tema.

“El trabajo que se realizará este año es actualizar la ordenanza para poderla ejecutar”, aseguró Ayala. No hay plazos para esto. (I)