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Cumandá, tierra de horizontes anaranjados y acción extrema
Cumandá, a 130 km de Riobamba, se ha convertido en un cantón para el turismo de aventura. Allí es posible practicar tubing, trekking, canyoning (descenso en cascada), cabalgatas, ciclismo de montaña y rafting nivel III. Este último en el río Chimbo que nace de los deshielos del nevado Chimborazo.
El Ministerio de Turismo proporciona información sobre operadoras que se dedican a esta actividad con la campaña ‘Viaja Primero Ecuador’. Bucay Adventures es una de ellas y está ubicada en el puente que divide las provincias de Guayas y Chimborazo. Cuenta con guías certificados que dan instrucciones al turista para que pueda reaccionar ante un imprevisto.
Para iniciar con la aventura el guía explica que el rafting III es un nivel para adultos y adolescentes que están equipados con chalecos salvavidas, zapatos, cascos y pitos.
Luego se realiza la explicación de las órdenes de rafting que se ejecutarán a la voz del guía. “Cada persona ya sabe las órdenes que determinan nuestro movimiento, así podremos llevarle con seguridad”, dijo Paúl Aucancela, guía certificado.
Listos y con el equipo, los aventureros suben a la balsa para dejarse llevar por las olas que genera el río Chimbo. Se desciende alrededor de 2 kilómetros, esquivando las piedras que están en el centro de las aguas. La emoción que genera el movimiento y los comandos a seguir dejan en el visitante una experiencia favorable.
“Me encantó. Fue como estar en una competencia, tenemos todo tan cerca y a veces no lo aprovechamos”, manifestó Walter Quevedo, turista riobambeño.
Luego los visitantes pueden pasear en chiva (carro decorado) por el centro de Cumandá en dirección a los cebiches de doña Evita. “Ofrecemos comida costeña, todos nos conocen y hemos generado trabajo para Cumandá ya que manos es lo que más faltan”, manifestó Eva Mazón, propietaria de ese negocio.
Los atardeceres en Cumandá también son espectaculares. El horizonte se vuelve anaranjado y los rayos iluminan el cacao. (I)