La feria se organizó por los 95 años de cantonización
Artesanos de 7 cantones expusieron en Salcedo
Durante 3 días, las artesanías y la gastronomía salcedenses atrajeron visitantes hacia ese cantón cotopaxense.
Salcedo se vistió de colores y sabores en la Feria Gastronómica en la que se expusieron platillos de los 7 cantones de Cotopaxi (Sigchos, Pujilí, Salcedo, Saquisilí, La Maná, Pangua y Latacunga) y de provincias vecinas como Tungurahua, Pichincha, Loja, Imbabura y Chimborazo.
El evento fue parte de los actos que se organizaron por los 95 años de cantonización. Cerca de 40 estands, con más de 50 expositores, se instalaron en los alrededores del parque Central. Veinticinco eran de comida típica y los restantes de artesanías.
Los participantes
Nelly Daquilo, del cantón anfitrión, llegó con las famosas tortillas agridulces de maíz. Su sabor es el resultado de mezclar panela, mantequilla, queso y cebolla blanca. “Son saludables porque no contienen manteca de cerdo y tampoco se cocinan con aceite”, explicó.
Daquilo aprendió la receta de su madre, quien le reveló que el bocado es auténticamente salcedense.
Por ello, se empeñó en aprender su preparación para perpetuar esta tradición. Su puesto diario de venta se localiza en el extremo izquierdo del mercado Central. Diariamente comercializa entre 100 y 150 tortillas, vende a $ 1 las 6 unidades.
Del cantón Baños de Agua Santa (Tungurahua) llegó invitado por la Municipalidad, Hernán Tarquino. Su especialidad es el jugo que extrae de la caña de azúcar. Fue uno de los puestos más visitados. Vendió cerca de 30 litros. “Nos acogieron muy bien. Es una ciudad maravillosa y es la segunda vez que venimos mi esposa y yo”, comentó mientras sirvió un vaso del extracto por el que cobró $ 1.
El expendio de hornado acompañado con mote y tortillas, que ya fue catalogado como el mejor de la provincia, también tuvo su espacio en el recinto ferial.
Esto porque aún estaban frescos los recuerdos del Campeonato Mundial del Hornado, que se celebró en Riobamba el mes pasado y que contó con el apoyo del Gobierno y de los chefs profesionales.
La inauguración formal del evento fue a las 11:00 del viernes y estuvo a cargo de la primera autoridad cantonal, el alcalde Héctor Gutiérrez. El funcionario recordó que mostrar los sabores del cantón es un aporte de gran importancia al turismo. Tras las declaraciones del Burgomaestre, un grupo de danza amenizó la exposición con la demostración de bailes ancestrales.
Durante el primer día de exposición más de 250 personas asistieron a la feria, según Yolanda Mateus, promotora social de la Oficina de la Mujer del GAD Municipal, una de las encargadas de la organización de este certamen.
Mateus explicó que también se creó un espacio para la venta de artesanías entre las que destacaron pulseras, aretes en tagua, figuras en fómix, prendas de vestir de lana de alpaca; e incluso instrumentos musicales manufacturados con diversos materiales.
Mateus detalló que se invitó a los expositores con un mes de anticipación y no se cobró por la utilización de los estands ni por los puestos. “La idea fue que ofrecieran un atractivo peculiar por las festividades del cantón”, explicó.
Ángel Troya, expositor de artesanías, manifestó que cuando se presenta esta clase de oportunidades suele también haber atractivas ofertas al público, para promocionar la feria y también sus productos elaborados con tagua.
Por ejemplo, en ese stand, por la compra de manillas y pulseras, el cliente podía elegir un anillo. Daniela Corrales participó de la promoción y se llevó el obsequio. Esta joven, en compañía de sus 2 mejores amigas, recorrió las demás instalaciones de la feria.
“Son buenas las iniciativas, creo que también se las debería realizar en cualquier época del año y no solo por las fiestas cantonales”, declaró la estudiante de secundaria.
A decir de la organizadora, hay la posibilidad de efectuar la feria en diciembre durante las festividades de Navidad y Fin de Año, pero prefirió no anticiparse a las decisiones de las autoridades municipales.
Otros atractivos
En Salcedo la gente también pudo saborear los tradicionales helados que llevan el mismo nombre y que se elaboran en, por lo menos, 100 locales artesanales familiares.
Otra elaboración tradicional que se degustó fue el pinol, realizado con máchica, panela, canela y clavo de olor, entre otros ingredientes de la zona.