El agente de la unidad de vigilancia indica que los delitos ocurren los sábados entre las 06:00 y las 11:00
Vecinos de La Mariscal se quejan de asaltos
La Mariscal o ‘La zona’, como muchos conocen al sector del centro norte de Quito, tiene marcadas diferencias en cuanto al día y la noche. Según el Municipio capitalino, en las tardes y las noches de un fin de semana, cerca de 165 mil personas se dan cita en esa zona dedicada al entretenimiento.
El Cabildo registra 3 mil negocios entre bares, cafeterías, restaurantes, que en las noches tienen gran afluencia de público. Ese panorama cambia en las mañanas, cuando todos los centros de diversión están cerrados.
A las 10:00 del último sábado, por ejemplo, apenas 2 tiendas atendían a lo largo de las avenidas Colón y Reina Victoria hasta la intersección con la av. Veintimilla. De la misma forma, en la avenida Amazonas muy pocos negocios estaban abiertos y uno que otro peatón caminaba por el sector.
Según Laura Quijano, dueña de un micromercado en la av. Reina Victoria, la falta de movimiento comercial por las mañanas hace que el sector luzca “botado” y la delincuencia aumente. Esa opinión comparte Carolina Cuenca, estudiante universitaria que reside en el sector (calles Cordero y Pinto).
La joven comenta que hace 3 semanas le robaron mientras se aproximaba a un abasto a comprar algo para desayunar. “Como la tienda en la que suelo comprar estaba cerrada, caminé hasta la Plaza Foch para adquirir un café, 2 cuadras antes de llegar un hombre me interrumpió el paso y me pidió un dólar, al negarme sacó un estilete, me insultó y me quitó mi bolso. No había nadie”, dijo.
Según el agente Carlos Hernández, de la Unidad de Vigilancia de La Mariscal, estos delitos suelen ocurrir más los sábados entre las 06:00 y las 11:00. Hernández indicó que los delincuentes aprovechan la falta de personas para robar a quienes caminan por esas calles.
El agente no tiene datos precisos sobre la cantidad de denuncias que se registran en las mañanas, sin embargo, dijo que sí han disminuido gracias a la organización de los moradores en Comités de Seguridad y los patrullajes diarios.
Luis García, de 23 años, circula por la ciclovía de la Amazonas. El joven cuenta que el pasado fin de semana le intentaron robar la bicicleta en el cruce de esa avenida con la calle Cordero, cuando unos hombres salieron del portón de una casa abandonada. “Uno de ellos gritó: “Quítale la bici; yo empecé a pedalear con rapidez”.
Ese mismo día, Raquel, junto a su hija María y sus nietas Daysi y Elisa, casi fue asaltada. Al llegar a la Cordero y Amazonas un hombre les apuntó con un revólver, ellas lograron evitar el asalto por la intervención de 2 guardias de un hotel.
EL TELÉGRAFO recorrió la zona este sábado hasta el mediodía, y no hubo policías sobre la Amazonas, solamente en la Foch. (I)