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Una propuesta pretende regularizar las adopciones de perros por grupos de vecinos

En el condominio Napo, ubicado en el barrio San Carlos, 15 familias decidieron adoptar a un perrito abandonado. Napo, como lo llamaron, lleva 6 meses en el lugar y se ha adaptado a su nuevo entorno.
En el condominio Napo, ubicado en el barrio San Carlos, 15 familias decidieron adoptar a un perrito abandonado. Napo, como lo llamaron, lleva 6 meses en el lugar y se ha adaptado a su nuevo entorno.
Foto: Miguel Jiménez / El Telégrafo
12 de marzo de 2016 - 00:00 - Redacción Quito

El bloque de departamentos Napo, ubicado en la urbanización San Carlos (al norte de Quito) tiene un guardián canino muy especial.

Napo, como lo han bautizado los habitantes del condominio, no deja que gatos, ratones ni personas extrañas se acerquen a la puerta.

Su forma de ser conquistó los corazones de los vecinos del edificio. Y aunque no pertenece a ningún vecino en particular, entre todos se turnan para proveerle de comida, cobijas y otros artículos para que su solitaria vida sea mejor.

El animal llegó una noche de lluvia al conjunto. Quienes lo vieron aquella vez dicen que sus ojos negros reflejaban soledad y desamparo. Nadie sabe cuánto tiempo permaneció solo en las calles.

Pero desde hace 6 meses su existencia cambió, cuando alguno de los moradores conmovido empezó a alimentarlo y el conjunto lo adoptó de manera extraoficial.

El caso de Napo es una muestra de los problemas que hay en Quito respecto a la fauna urbana. Según datos del Municipio, en la capital existen alrededor de 350 mil perros callejizados (con dueños, pero que pasan el día en la calle) y callejeros.

Para afrontar este tema, el Concejo Metropolitano aprobó, en 2009, la ordenanza 0048, que regula y protege a la fauna urbana. A pesar de ello, el número de animales se incrementa en las calles.

Y ante esta realidad, se han propuesto reformas a la norma local. Uno de los planteamientos es el de la creación de la figura de perros comunitarios, que se emplearía para casos como el de Napo.

Los dueños comunitarios de este can indican que fue difícil que todos los vecinos aceptaran que se quede, pero que niños y jóvenes abogaron por él y consiguieron su permanencia.

Gladys, quien asumió de manera directa el cuidado del perro, se preocupa de su limpieza, de las vacunas y de que regrese a casa.

“Napo hoy forma parte de las 15 familias que habitan en el bloque. Este perrito conmovió nuestros corazones. Espero que más personas tomen este ejemplo”, dijo.

Un caso similar ocurre en el barrio Los Laureles (al nororiente). Ahí vive, desde hace 4 años, Colorada, una perrita mestiza. Los vecinos del sector la alimentan y la cuidan. Según los moradores, fue abandonada por sus antiguos dueños cuando se mudaron de casa.

Colorada es dócil, no se aleja más allá de una cuadra cuando sale de su casa, que fue donada por uno de los vecinos del barrio. Cuando se acerca a las viviendas contiguas generalmente recibe cariño y algo de comer como un pan o sopa.

Fredy Salazar trabaja como guardia en el sector y junto a su caseta descansa Colorada todas las tardes. “Nos acostumbramos a la presencia de la perrita, no molesta ni da problemas. Hace un año la esterilizamos, pues sabemos que no todos los perros tienen la suerte de mi compañera”, comentó Salazar.

El Municipio no tiene un censo sobre esta forma de adopción. Ante ello, el concejal Mario Guayasamín (Alianza PAIS) presentó una propuesta de reforma a la Ordenanza 0048, con la que se busca regularizar la tenencia de los canes comunitarios.

Guayasamín señaló que la del perro comunitario se ha extendido como una forma de tenencia de mascotas en la ciudad.

El edil advierte la existencia actual de 2 problemas respecto a esta forma de adopción: el primero tiene que ver con el uso del espacio público, pues la unidad municipal encargada de este tema suele retirar las casas colocadas por los moradores, cuando algún vecino denuncia la estancia del animal.

El segundo punto se relaciona con que tras la denuncia, la unidad municipal Urbanimal retira al can, ya que la normativa 0048 solo especifica que un animal tiene dueño o es callejero, pero no contempla la figura de mascota comunitaria.

La propuesta pretende regularizar la tenencia de hasta 3 animales por parte de un grupo de vecinos mediante este tipo de adopción.

Los nuevos dueños deberán solicitar una inspección a la Secretaria Metropolitana de Salud y a otras instancias de control municipal, con el fin de obtener un permiso de uso de espacio público y crear un registro de los perros comunitarios.

La norma permitirá que no menos de 3 personas sean los tutores de los perros, lo que implica que los nuevos dueños deberán responsabilizarse de la vacunación y esterilización del o los canes comunitarios que estén bajo su custodia. (I)

Activista aplaude propuesta, pero pide límites

Gabriela Quiroga, presidenta de la organización animalista Manada Quiteña, señala que existen casos de perros comunitarios en diferentes sectores de Quito.

Añade que no todos los moradores acogen esta modalidad de buena manera, pero que el criterio de las personas de buen corazón termina imponiéndose.

“Este tema es prioritario por cuestiones de salud y manejo de la fauna urbana de la ciudad. Sin embargo, hay que poner límites porque si bien es cierto la figura del perro comunitario es una ayuda, se debe tener en cuenta que puede propiciar la llegada de más animales”, dijo.

Quiroga recomendó que en la reforma de la Ordenanza 0048 se establezcan límites al número de perros adoptados por la comunidad.

Además, los nuevos dueños tienen que responsabilizarse de la esterilización y vacunación del animal y es necesario crear un tipo de identificación que especifique que el animal es comunitario y en qué barrio habita.  

La activista dijo que es necesario que las personas conozcan sobre la Ordenanza 0048, pues la mayoría no cumple con lo expuesto en esta norma. (I)

Datos

El Centro de Gestión Zoosanitario Urbanimal está adscrito a la Secretaría de Salud, fue creado mediante Ordenanza Municipal 048.

La Ordenanza 048 señala multas de hasta el 90% de una Remuneración Básica Unificada para quien posea más perros de los que puede mantener. Se establecen varios artículos sobre la tenencia responsable.

Son faltas graves: maltratar y torturar a un animal; matar mascotas ilegalmente; entrenar y realizar peleas de perros y utilizar animales para actividades ilícitas y como medio de extorsión.

Para denuncias llame a la Agencia Metropolitana de Control a los teléfonos: 3952 300 Ext. 28206 o al 1 800 500 900. Para rescates y otros servicios comuníquese al teléfono: 2825 393 del sistema Urbanimal.

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