Una Fábrica Cultural para Atucucho

Atucucho es un barrio que se alza desde la avenida Occidental hasta las laderas del volcán Pichincha. Nació hace 28 años como un asentamiento ilegal. En 1986, se inició el proceso de asentamiento con el nombre de Plan de Vivienda San Carlos, impulsado por León Febres-Cordero, presidente de la República de esa época. En aquella época, los terrenos pertenecían al Ministerio de Salud.

En 1996, el Congreso Nacional expide un decreto, en el cual, se autoriza que esta Secretaría de Estado  venda los espacios a sus ocupantes, pero hasta 2010 este proceso quedó en palabras.

En ese año, el alcalde de Quito Augusto Barrera, llevó ante la Asamblea Nacional el pedido de reforma a la Ley que permitiría regularizar al barrio Atucucho. Este pedido, que para los moradores del barrio era un anhelo, logró hacerse realidad en 2013, cuando el Municipio entregó las escrituras de propiedad a 2.137 habitantes.

17 mil habitantes tiene el barrio

Lucía Chávez, conocida por los vecinos de Atucucho como una de las fundadoras del lugar, recuerda que todo empezó como una invasión, en la cual formaron parte unas 600 familias.

“Mis dos hermanas y yo vinimos desde Cotocollao a ocupar estos terrenos, que en aquel entonces pertenecían al Ministerio de Salud”, comenta Chávez.

Actualmente en el barrio viven unas 17 mil personas. El sitio fue poblado básicamente por familias migrantes del sur y norte del Ecuador.

En los años setenta, la expansión urbana se tornó incontrolable por parte de las autoridades, pues la demanda de vivienda no lograba ser cubierta por la municipalidad, de ahí que, en el sur y norte de Quito proliferaran los asentamientos ilegales.

Atucucho, es una palabra kichwa que en español significa “rincón del lobo”. El entorno del barrio se divide en 2 aspectos el comercial y habitacional. “Atucucho es una ciudad en pequeño, pues quien conozca o visite este barrio encontrará desde una panadería hasta un horno de ladrillos”, comentó Mariana Ledezma, moradora del sector.

Las obras municipales llegaron a finales de los noventa, pues la mayoría de recursos, calles y servicios básicos fueron obtenidos mediante mingas y por medio de la solidaridad de los moradores del barrio.

Es precisamente en este sitio donde se edificará una de las obras más significativas que es la Fábrica Cultural, un proyecto que será construido por el barrio, instituciones privadas y académicas. El objetivo es incentivar a los moradores del sector a recuperar las tradiciones artísticas, ancestrales y constructivas del barrio.

Además, el proyecto pretende crear una plataforma de cooperación de los gobiernos locales con  grupos barriales, sociales, culturales y artísticos pero que no ha sido visibilizados y son parte de la identidad del sector.  

Leandro Minuchin, arquitecto, es el promotor del proyecto que es financiado por El Consejo de Investigaciones del Reino Unido.

Minuchin explicó que la fábrica tiene como objetivo instalar una plataforma física que permita redistribuir y socializar los beneficios derivados de la construcción. Además, de capacitar a la comunidad con nuevas técnicas constructivas para el desarrollo de nuevos espacios culturales en el barrio.

“Me interesaba mucho conocer una forma para que los barrios encuentren beneficios económicos a través del acceso de las prácticas constructivas y a la vez desconcentrarla”.

Minuchin indicó que Atucucho fue el barrio escogido debido a su histórica organización. Señaló que en este sector de la ciudad la comunidad está representada por un gobierno autónomo, tiene su propia cooperativa y más asociaciones culturales.

Un cambio positivo permanente

Juan Tenorio, gerente del Banco Comunitario del Barrio de Atucucho, comentó que esta iniciativa cambiará la cotidianidad del barrio.  

Además, indicó que la iniciativa es un nuevo modelo de gestión en el cual los jóvenes ponen su propuesta cultural.   

“El proyecto está pensado como una fuente de empleo para los más jóvenes del barrio. En la mañana funcionará la fábrica, que sería una especie de ferretería, y por las noches, el espacio está destinado a actividades culturales y barriales”, dijo Tenorio.

Atucucho no tiene espacios públicos constituidos, aparte de las casas barriales, que son muy poco utilizadas. Al ser un sitio empinado la mayoría de casas se encuentran en laderas, sus calles son largas y ascendentes, la principal se encuentra asfaltada, mientras que las de las manzanas son aún de tierra.  

Otro problema que enfrenta Atucucho es la inseguridad, pues en este sector, según los vecinos, existe un grupo de expendedores de drogas.

De ahí que, el proyecto cause gran expectativa entre los moradores del barrio, pues una de las exigencias que permanentemente han hecho es la creación de espacios recreativos para el sector.

Patricio Quilupangui vive en el barrio desde hace 20 años, sus ojos  apenas distinguen la noche del día, pero su mente aún recuerda la historia. A sus 78 años, ningún nombre de sus vecinos, sobre todo los más antiguos, se le escapan.

Patricio comentó que el crecimiento del barrio nunca fue planificado, tampoco ninguna autoridad le dio mayor importancia a ese tema.

“La verdad nosotros teníamos como prioridad para el barrio proveer a nuestras familias de recursos básicos, que para aquella época eran sumamente escasos. Con el proyecto que se pretende construir en nuestro barrio se dará otra oportunidad de crecer a los jóvenes y niños del sector y así se alejarán de los vicios”, comentó.

La Cofradía es un colectivo de artistas circenses de Atucucho, su escenario son las calles y patios de las casas barriales del sector.

Todos los vecinos lo conocen, pues una vez al mes el barrio se llena del sonido de la murga, de las acrobacias de los saltimbanquis, zanqueros y mimos.

Alexander Cabezas (25) es parte del colectivo Cofradía, su especialidad son los zancos.

Al inicio este grupo nació como una colonia vacacional de verano, pero luego tuvo una gran acogida por jóvenes y niños.

Actualmente participan más de 15 chicos en las actividades circenses.

El joven comentó que se involucraron con el proyecto de la fábrica porque siempre realizaron trabajo comunitario y así conocieron a Leandro Minuchin.

La organización es la clave

“Atucucho tiene tantas cosas positivas por contar que no sé por dónde empezar. Primero somos vecinos muy bien organizados y que todo lo hemos logrado en base de mingas. Un ejemplo de ello, fue la construcción de la escuelita del barrio, pues frente al crecimiento de los niños, levantamos la escuela, recuerdo que sus paredes eran de adobe”, dijo Alexander.

Así mismo, mencionó que la fábrica será concebida como un espacio alternativo comunitario. La primera fase de este proyecto se encuentra en las calles Julio Jaramillo, junto al Centro de Salud.

Alexander contó que el sitio fue expropiado a personas que cometían actos ilícitos en el barrio, de ahí que, la mayoría de moradores colaboraron con la propuesta y aceptaron que el terreno sea entregado a los jóvenes para que ejecuten el proyecto.

“Por el momento, el terreno se encuentra en buenas condiciones para que sea intervenido. Empezaremos por construir los muros de contención, para evitar problemas  de deslaves en las laderas, para ello, hemos reciclado cilindros de concreto de otras construcciones, también reciclamos materiales para hacer nuestro sueño realidad”, comentó Matías Alvarez, miembro del colectivo.

Se prevé que la obra esté lista en un año, una parte de la misma será  financiada por la Universidad de Mánchester, Inglaterra, mientras que en el proceso de construcción, el Banco de Atucucho analizará en qué campos podría ayudar a los jóvenes, pues serán quienes construyan el establecimiento.

Atucucho es uno de los barrios que nació hace 30 años, al igual que la Roldós, Colinas del Norte y Pisulí. Hace menos de una década estos sectores, que albergan a más de 200 mil habitantes, se han legalizado, y requieren de obras primordiales.

Necesitan una mejor vialidad, movilidad, entrega de escrituras, y la generación de espacios públicos y culturales.

La  seguridad también es un tema pendiente, al igual que el expendio de drogas. (I)

Tatacucho, un proyecto verde para este sector

El bosque proyectos de Atucucho aún está pendiente en el Municipio de Quito. La iniciativa pretendía convertir a los bosques que se encuentran tras el barrio en un parque para la comunidad.

Cabe mencionar que las laderas del Pichincha se encuentran protegidas y que el área de Atucucho sería parte del proyecto Parque Pichincha, cuya superficie es de 1.115 hectáreas.

La iniciativa vendrá acompañada de una ordenanza que prohíbe futuras construcciones en el sector y establece los usos de una zona que abarca cerca de 10.000 hectáreas.

El Distrito Metropolitano ha perdido alrededor de 2.800 hectáreas de vegetación debido a las invasiones de viviendas en este espacio.

Hace 2 años el Concejo Metropolitano conoció sobre el proyecto y planteaba que en Atucucho se conciba el proyecto Parque Tatucucho  que tendría un área de 131 hectáreas y comprendería las poblaciones de el Pinas Alto y de Atucucho.
Así mismo se pensó en parques en el sector de Toctiuco, Miraflores, El Bosque, Vista Hermosa, Pisulí, La Roldós  y Rancho Alto.

Los moradores de Atucucho esperan que el proyecto de la creación del parque en el sector se viabilice, pues según sus moradores en las laderas del coloso aún se puede divisar fauna y flora propia de la región.
 También señalaron que aún existen fuentes de agua en la montaña, que podrían ser un atractivo turístico para la comunidad. (I)