Un cambio en el orden del día le causó líos a Rodas

El alcalde Mauricio Rodas volvió a protagonizar un incidente en el Concejo Metropolitano de Quito.

El burgomaestre suspendió ayer de manera abrupta la sesión, luego de que la mayoría de concejales rechazó la falta de acatamiento de la decisión del organismo para que se cambie el orden del día.

Todo empezó cuando la edil independiente Karen Sánchez pidió que se incluya el tratamiento de la actitud del administrador zonal de Quitumbe, Julio César Añazco, a quien acusó de desacato en su contra y de un grupo de ciudadanos.

La moción fue secundada con 18 votos, incluido el del propio Alcalde. No obstante, este último ordenó al secretario del Concejo que coloque el punto como último de la agenda y no en cuarto lugar, como había solicitado Sánchez y como fue aprobado.

Esto provocó el malestar de los concejales, situación que creció cuando el comandante general del Cuerpo de Bomberos, Eber Arroyo, reprendió a los ediles al recordarles que estaba previsto entregar un reconocimiento a la familia del bombero Carlos Bastidas, uno de los 3 fallecidos en el incendio de Puembo.

Aquello terminó por caldear los ánimos y provocó nuevas protestas. Incluso Sergio Garnica, jefe de bloque de la alianza Suma-Vive (afín a Rodas), advirtió al Alcalde con la posibilidad de que su actitud invalide la sesión.

Esto porque Rodas no cumplió literalmente con lo establecido en la moción presentada por Karen Sánchez y aprobada por el Concejo y modificó la agenda a su arbitrio.

Ivone von Lippke, de la misma bancada que Garnica, pero crítica constante de la acción del Alcalde, protestó de manera airada y tachó la actitud de Rodas de “política machista”.

Incluso exhibió un cartel en donde se ve al titular del gobierno capitalino apoyando la campaña internacional feminista ‘HeforShe’ y lo acusó de ‘figuretti’ y de actuar “solo para las fotos”.

Tras un intercambio de palabras entre varios concejales y Rodas, este suspendió la sesión, lo que fue rechazado por representantes de todos los bloques.

Más tarde la concejala Sánchez explicó que su queja tiene que ver con el impedimento de Añazco para que ella sesionara el 15 de septiembre con un grupo de ciudadanos en el auditorio de la Administración Zonal Quitumbe.

La edil aseguró que previamente había realizado la petición del espacio de manera oficial por escrito, pero que esta no ha sido respondida hasta la fecha.

Según Sánchez, ante el impedimento del administrador para que los ciudadanos ingresen, ella los atendió en la vereda. Por ello pidió la destitución de Añazco.

Entre tanto, el bloque de Alianza PAIS dio una rueda de prensa en pleno tras los incidentes y condenó la forma de conducir las sesiones del Concejo por parte del Alcalde.

El coordinador de la bancada, Carlos Páez, apuntó que una deficiencia son los temas que se tratan en ellas. Recalcó que muchas veces se colocan en la agenda “asuntos que son simples trámites y se deja de lado el debate de los temas que son importantes para el desarrollo de la ciudad”.

El de ayer no es el primer incidente en el que se ve implicado el alcalde Rodas. El 31 de agosto pasado, por ejemplo, la propia concejala Von Lippke tuvo un incidente verbal con Rodas durante la sesión en la que se aprobó el endeudamiento adicional para financiar la construcción del Metro. (I)

Fiscalizar el Metro costará$ 27,9 millones

El consorcio Metro-Alianza fue adjudicado por la Alcaldía de Quito con el contrato para fiscalizar del proceso de construcción de la Fase II del Metro.

Así lo dio a conocer este jueves el alcalde Mauricio Rodas, quien informó que el proceso de control costará $ 27,9 millones. La cifra es menor en $ 3 millones al presupuesto referencial que fue establecido por la pasada administración municipal, de $ 31 millones.

Este es el segundo elemento de la construcción del sistema subterráneo de transportación que se contrata a un precio menor al fijado como base.

Ello ya ocurrió con la compra del material rodante (trenes, vehículos auxiliares, material para talleres y un lote de repuestos). Ese contrato fue asignado al consorcio español CAF Metro de Quito por $ 183 millones. Este valor equivale a $ 10 millones menos del presupuesto referencial que había sido fijado en $ 193 millones. Esto se contrapone con la situación en torno a la construcción de la segunda fase de la obra (túnel subterráneo, paradas intermedias, garajes, etc.), que requerirá un endeudamiento extra por parte del Municipio. El presupuesto referencial de esos trabajos estaba previsto en alrededor de $ 1.200 millones. No obstante, en julio del año pasado, cuando se abrieron las 4 ofertas presentadas, se descubrió que todas planteaban costos superiores a lo establecido previamente.

La propuesta más barata es la del consorcio Acciona-Odebrecht y significa     $ 490 millones adicionales.

Varias personas, entre ellas el exalcalde Augusto Barrera, atribuyeron el alza a una previsión excesiva de costos indirectos por parte de las empresas. (I)