Especial “Quito me sabe a”
Rosero, bebida tradicional
Al entrar a la cocina de Rubén, el ambiente tiene un aroma a hierbas y especias. ¿Un “come y bebe”?, ¿un potaje aromatizado? No. Simplemente “Rosero”, una bebida del Quito antiguo que no muchos conocen hoy, pero que de seguro se volvería popular entre “instagramers” e “influencers” por sus colores, olores y texturas.
Lo esencial para un buen Rosero, explica Rubén, es lograr un aroma embriagador. Cedrón y hierbaluisa, esas hierbitas que se usan para las aguas de vieja, mezcladas con especias formaron el aroma del brebaje.
Mientras el chef licua las frutas almibaradas con el agua aromatizada, cuenta que esta bebida era degustada solo por las clases altas de la Colonia, por la dificultad para conseguir la fruta de la Costa aquí en la Sierra.
La preparación sigue y Rubén añade detalles sobre la historia de esta bebida, evocando los monasterios de aquellos años y las manos hábiles de las monjas que limpiaban el mote para dejarlo completamente blanco.
Esta preparación requiere de tiempo y paciencia para lograr ese aroma y frescor únicos. (I)