Quito vivió ayer un ‘inicio de semana’ conflictivo

Las últimas horas de la presencia del papa Francisco en Quito complicaron este miércoles el inicio de las actividades de los capitalinos en varios puntos del Distrito, principalmente en el centro-norte, oriente y nororiente.

El cierre de vías, la imprevisión de algunos ciudadanos y errores (en palabras de los habitantes) en los operativos de circulación generaron conflictos.  

Alrededor de las 08:00, por ejemplo, el cruce entre las avenidas Eloy Alfaro y Amazonas era difícil por la restricción vehicular establecida en torno a la Nunciatura Apostólica (Embajada del Vaticano), de donde partió el jefe de la Iglesia católica hacia el Valle de Tumbaco media hora más tarde.

Los automotores tuvieron dificultad para avanzar por la avenida Amazonas en dirección norte-sur y, por momentos, la intersección quedaba bloqueada en un sentido u otro.

A la desesperación de los conductores por avanzar se sumaba el hecho de que no había agentes que controlaran el tránsito en la inmediata cercanía.

Otro punto que resultó conflictivo fue el cruce de las avenidas Colón, Coruña, 12 de Octubre y González Suárez.  

En el redondel el esfuerzo de los agentes desplegados no les permitía controlar la situación, lo que generó caos y estuvo a punto de provocar accidentes.

Esto se complicó debido a que el Pontífice salió con algún retraso de la Nunciatura, lo que extendió el operativo de cierre de vías.

Estos casos se repitieron en otros puntos del cantón, por ejemplo a lo largo de las rutas de conexión entre el Valle de los Chillos (en el suroriente) y Quito .

Aquello complicó la vida de los habitantes de la zona. Tal es el caso de Diana Sangucho, moradora de la parroquia rural Conocoto, quien contó ayer a EL TELÉGRAFO que tomó 3 buses desde su domicilio hasta el sector del parque La Carolina para agilitar su movilización y a pesar de ello llegó tarde a su trabajo.

Ciudadanos afectados

“Está tremendo el tráfico. En la autopista general Rumiñahui no fluyen los carros. Y es peor al llegar a la zona del peaje. Me dijeron que por la avenida Oriental la cosa estaba peor”. Debido a los cierres programados, la mujer dijo que caminó entre la av. Colón y la Eloy Alfaro por la lentitud del tráfico.

No obstante, la movilidad resultó más complicada incluso para los moradores del Valle de Tumbaco, en donde el jefe de la Iglesia católica cumplió sus últimas actividades antes de partir rumbo a Bolivia (ver páginas 2 a 9).

Claudia Romero, vecina del sector El Arenal (parroquia Tumbaco), narró que se enteró de que la vía Interoceánica sería cerrada antes del amanecer, por lo que madrugó para tomar la ruta Collas, ubicada en el extremo norte de la urbe, y así llegar a la ciudad.

Paúl Sánchez, habitante del barrio La Morita, en cambio, fue otro de los quiteños que no pudo llegar a tiempo a sus labores cotidianas.

El ingeniero industrial reconoció que no tomó previsiones y cuando se dirigió al trabajo estaba congestionada la vía E-35 (al sur del Distrito) y la Ruta Collas (al norte).

A esta situación se sumaron el aumento de las restricciones de tránsito conforme se aproximaba la llegada del Papa a la zona.

Ello lo obligó a realizar un viaje de aproximadamente 2 horas entre su vivienda y la empresa donde trabaja. (I)

Vendedores reclaman al alcalde Rodas

Los comerciantes que protagonizaron el martes una protesta en los alrededores de La Y y El Labrador (en el norte de Quito) analizaban ayer participar en el plantón ciudadano convocado hoy, a las 17:00, en contra del alcalde Mauricio Rodas en la Plaza de la Independencia.

Los vendedores se consideran engañados con la asignación de puestos de venta en torno al Parque Bicentenario, donde el papa Francisco celebró una misa anteayer.

Unas 2.400 personas cancelaron $ 14,38 cada una al Municipio para tener un lugar de venta por la masiva concentración de ciudadanos (cerca de un millón) que generó el evento. Esto produjo ingresos al Cabildo por alrededor de $ 34.500.

Los comerciantes se quejan de que a cambio no vendieron prácticamente nada.

Responsabilizan de ello, en primer lugar, a errores en la ubicación de los puestos de venta por parte de la Agencia de Coordinación Distrital de Comercio (ACDC), dirigida por Marco Murillo.

También reclaman que no se haya tomado en cuenta su ubicación a la hora de determinar los puntos de bloqueo del tránsito del transporte en el que se movilizaron los asistentes a la misa.

Doris Pacheco, una de las perjudicadas, señaló que no sabía qué hacer porque invirtió alrededor de $ 2.000 en la adecuación de su puesto de comida (pollo, guatita y sánduches).

A pesar de ello, dijo, el martes vendió $80 y los 2 días previos nada, por lo que su familia utilizó parte de los alimentos preparados para su propio consumo y otro poco le dio a sus mascotas.

Pacheco añadió que el Cabildo ni siquiera los dotó de baterías sanitarias y peor aún de otras facilidades ofrecidas, como carpas. (I)

Vendedores reclaman al alcalde Rodas

Los comerciantes que protagonizaron el martes una protesta en los alrededores de La Y y El Labrador (en el norte de Quito) analizaban ayer participar en el plantón ciudadano convocado hoy, a las 17:00, en contra del alcalde Mauricio Rodas en la Plaza de la Independencia.

Los vendedores se consideran engañados con la asignación de puestos de venta en torno al Parque Bicentenario, donde el papa Francisco celebró una misa anteayer.

Unas 2.400 personas cancelaron $ 14,38 cada una al Municipio para tener un lugar de venta por la masiva concentración de ciudadanos (cerca de un millón) que generó el evento. Esto produjo ingresos al Cabildo por alrededor de $ 34.500.

Los comerciantes se quejan de que a cambio no vendieron prácticamente nada.

Responsabilizan de ello, en primer lugar, a errores en la ubicación de los puestos de venta por parte de la Agencia de Coordinación Distrital de Comercio (ACDC), dirigida por Marco Murillo.

También reclaman que no se haya tomado en cuenta su ubicación a la hora de determinar los puntos de bloqueo del tránsito del transporte en el que se movilizaron los asistentes a la misa.

Doris Pacheco, una de las perjudicadas, señaló que no sabía qué hacer porque invirtió alrededor de $ 2.000 en la adecuación de su puesto de comida (pollo, guatita y sánduches).

A pesar de ello, dijo, el martes vendió $80 y los 2 días previos nada, por lo que su familia utilizó parte de los alimentos preparados para su propio consumo y otro poco le dio a sus mascotas.

Pacheco añadió que el Cabildo ni siquiera los dotó de baterías sanitarias y peor aún de otras facilidades ofrecidas, como carpas. (I)