Quiteños piden que pare la Solución Vial Guayasamín en el primer diálogo
En las instalaciones del Colegio de Arquitectos de Pichincha ayer se iniciaron los diálogos para aportar con alternativas concretas sobre el proyecto Solución Vial Guayasamín, obra que se ejecuta desde el 5 de abril.
Sin embargo, luego de más de 4 horas, los asistentes pidieron que se paralice la obra, pues consideran que no tiene planificación por parte de la administración de Mauricio Rodas.
El proyecto -que ejecuta el Consorcio China Road and Bridge Corporación a un costo de $ 131 millones- busca que a través de puentes, pasos deprimidos y elevados se mejore la movilidad de Quito a Cumbayá.
Sin embargo ha sido blanco de protestas y críticas por parte de arquitectos, urbanistas, ecologistas y moradores de la ciudad.
En el encuentro de ayer, la consigna que sonó más fuerte y que ganó los aplausos de los presentes fue la paralización de la construcción.
Según la Secretaría de Movilidad, cuando se construyó el túnel Guayasamín, el Municipio de ese entonces, tenía previsto la circulación de 20.000 carros al día. Actualmente transitan 80.000.
Previo a la discusión, Dario Tapia, secretario de Movilidad, indicó que las soluciones viales son opciones para disminuir el tráfico. Añadió que la obra priorizará la conexión intermodal con otros sistemas de transporte como el Metro, Ecovía y servicio de bicicletas en la Plaza Argentina.
Para Rodrigo del Santo, delegado de la empresa China, la solución que estaría lista en julio del 2018, dotará de cinco carriles para salir de Quito. Sin embargo, la explicación sobre la obra generó dudas en los presentes.
Galo Cárderas, experto en transporte fue uno de ellos. Dijo que la obra creará otros nudos de tránsito alrededor del proyecto, como en las avenidas 6 de Diciembre, Shyris y Eloy Alfaro, principalmente.
Paco Salazar, miembro de la Red de Urbanistas Ecuador, solicitó a la alcaldía de Mauricio Rodas la suspensión de la construcción y la entrega de información. Dijo que en vez de discutir sobre este proyecto se debería abrir un diálogo sobre el modelo de ciudad.
Mario Carrera, un jurista de profesión, intervino en varias ocasiones y explicó que, con base a lo establecido en el contrato de la obra, el proyecto debería anularse porque no ha guardado la forma.
Considera que estos diálogos debieron efectuarse antes de iniciar las obras, "por el bien de la ciudad, por la seriedad de la Alcaldía debería cancelarse el proyecto".
Los participantes también indicaron que la falta de transparencia y planificación promovieron a estos diálogos. Eduardo Crespo, quien construyó la Plaza Argentina, dijo que es inevitable una conexión allí, entre Quito y Tumbaco. Consideró que la protesta viene por cómo está estructurada la solución vial.
Propuso que un instrumento eficiente para encontrar una solución compartida es un concurso de anteproyectos. Propone que lo realice el Colegio de Arquitectos y que cuente con la participación de la ciudadanía y del Municipio.
Cristina Gómez Jurado, miembro del Comité de Afectados por el #ErrorvialGuayasamanín, piensa que el evento"está direccionado. "No sabemos que vaya a pasar a futuro sobre cómo se va a llevar el proceso".
Por momentos, durante el encuentro, ciertos participantes gritaban: "Quito busca alcalde" y "No al error vial".
Jorge Sayes y Eduardo Santos, representantes de la Universidad San Francisco y de la Universidad de las Américas, respectivamente, se encargaron de anotar todos los puntos de conflicto que se generaron por el proyecto vial. El proceso de diálogo durará un mes. Luego se presentará una propuesta formal.
En esta primera reunión fue escasa la participación de los moradores del Barrio Balaños, quienes serían reubicados y afectados por la obra. (I)