El cabildo de Puerto Quito fue uno de los 38 prestadores del servicio de agua potable incluidos por la Agencia de Regulación y Control del Agua (Arca) en un estudio realizado en 2015.

El análisis determinó que los operadores públicos comparten problemas de falta de calidad, eficiencia y sostenibilidad; además de que permiten la degradación de la infraestructura.

En el cantón, ubicado al noroccidente de Pichincha, por ejemplo, la gente tiene en promedio 18 horas de servicio, según el cabildo. Además, no existe un solo proveedor, sino que 3 juntas de agua proveen el servicio además de la Municipalidad.

Esto contradice al Cootad, que establece que la competencia le corresponde a los gobiernos locales. El dirigente Próspero Villavicencio contó que antiguamente la gente se abastecía de pozos caseros.

Según Villavicencio, en 1990 encabezó el pedido de ayuda a entidades de Quito. Tras ello, se creó la junta de agua financiada por el proyecto ‘Luz y Vida’ y que lleva ese nombre. Esto permitió abastecer de líquido al 40% de la población.

Pero esa no fue la primera. Anteriormente se había establecido un organismo similar en el barrio Rodrigo Borja. Unas 60 familias se abastecen del líquido entubado  hasta la actualidad.

Con los años se sumó la junta del sector Nuevo Puerto Quito, aunque su cobertura es mínima. Según Villavicencio, esperaban que las cosas mejoraran tras la cantonización en el año 1996.

Pero recién en 2000, el Municipio comenzó a asumir su responsabilidad oficialmente y a potenciar el servicio a través de la búsqueda de nuevas fuentes.  Así, $ 450 mil que fueron donados por la empresa Oleoductos de Crudos Pesados (OCP) se utilizaron en un proyecto de obtención de agua mediante gravedad desde el río Culebritas.

Villavicencio cree que el sector urbano estaría cubierto si se uniera a todos los prestadores. Y ejemplificó que con un tanque de 300 mil litros (300 m³), 105 familias reciben agua de la junta Luz y Vida.

Por el líquido que entra a esa junta los vecinos de 9 calles de Puerto Quito pagan $ 1 cada mes.

Puerto Quito tiene, además, otros problemas respecto al agua. Entre ellos está el no tener macromedidores en la fuente de captación (río Culebritas) ni en la planta de tratamiento. En tanto que solo el 71,34% de los usuarios del sistema municipal cuentan con medidores domiciliarios. La cifra es menor al 77,2% promedio nacional. Esta situación, reconocen las autoridades, causa problemas económicos y de sostenibilidad.

Patricio Tipán, director de Servicios Básicos de la Municipalidad, dijo que con la aplicación de la ordenanza 026 PQ 2016 se cambió la fórmula de cobro de servicio para tratar de paliar esta situación.

Antes se pagaba $ 2 (sin importar el consumo) y ahora la tarifa es de $ 0,15 el metro cúbico, para el sector residencial. Aunque Tipán reconoció que “aún hay temas por subsanar”, aseguró que el Cabildo se empeña en solucionarlos. (I)