Especial “Quito me sabe a”
Pristiños con miel de mango
Un pristiño bien hecho tiene que hacer crunch en la boca. Lograrlo es cosa más de maña que de receta: saber amasar y estirar, afirma el chef Jorge Gallegos, quien aplica la fórmula en la cocina de su casa ubicada en el barrio El Condado, en el norte de Quito.
Si la dosis de azúcar y el fuego para la fritura fueron los justos, está hecho. La cosa es que queden ligeros, dorados y crocantes -sostiene-. Así le salen a él con ayuda de su esposa Marcia.
Foto: John Guevara / El Telégrafo
Para completar la tradición decembrina, la miel es el siguiente paso. La que hacía su mamá era con panela y hoja de higo. La que hace él lleva pulpa de mango, zumo de naranja y ramas de canela. El giro de sabor es para sacarle provecho a la fruta de temporada: los mangos.
Foto: John Guevara / El Telégrafo
El resultado llena la cocina de un aroma dulce y la mesa de un montón de aros cafecitos y esponjosos con alitas. El chef recomienda probarlos calientes y mojados con miel.
Como los comía él de niño, con su mamá y sus hermanos en el barrio de San Diego. Ese recuerdo es el sabor que tiene Quito para Jorge Gallegos: dulces, nostalgia, familia y tradición. (I)
Foto: John Guevara / El Telégrafo
Foto: John Guevara / El Telégrafo