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Se realizan desvíos desde pifo para que no circulen vehículos por esta vía que une Sierra y Amazonía

Nuevos deslaves y constantes lluvias impiden reapertura de la vía Quito-Papallacta-Baeza; decenas de vehículos varados

Nuevos deslaves y constantes lluvias impiden reapertura de la vía Quito-Papallacta-Baeza; decenas de vehículos varados
26 de julio de 2015 - 00:00 - Redacción Quito

Los deslaves en la carretera Quito-Papallacta-Baeza no cesan desde el miércoles pasado. Las constantes lluvias han dificultado que las labores de limpieza se agiliten y que circulen normalmente los vehículos.

Desde el redondel de Pifo el tránsito está restringido. Conos y una patrulla impiden que pasen los carros. Los gendarmes ubicados en el sector informan sobre los deslaves ocurridos y recomiendan a la ciudadanía que tomen vías alternas.

En la vía Quito-Papallacta se han producido más de 10 derrumbes de menor consideración y se pueden ver filtraciones de agua que salen de la montaña y forman riachuelos en la carretera. Por ese motivo, en el sector Papallacta, están estancados más de 100 automotores, entre   particulares, de pasajeros y de carga, que esperan que se habilite el tráfico para poder llegar a las provincias de la Amazonía.

Luis Salazar, conductor de un camión que transporta frutas, indicó que desde la tarde del viernes no ha podido llegar a su destino, Tena. “Escuché en las noticias que ya habilitaban la vía, pero llegamos a las 13:00 a Pifo y no nos dejaron pasar”, se lamentó.

Salazar, al igual que los cientos de personas que permanecieron en la carretera la noche del viernes y ayer, indicó que faltó coordinación entre las autoridades. “En Pifo no nos dejaban pasar, luego acá nos detienen cuando estaba habilitada la vía. Queremos llegar a nuestros destinos, pero debemos seguir las órdenes para evitar accidentes”, afirmó el conductor.

Daniel Coello viajó hace una semana a Quito desde Tena, su ciudad de residencia. “Ya debía estar de regreso el viernes, pero hace ya 3 días trato de llegar y nada, ya no tengo ni plata para poder comer”.

Según los moradores de Papallacta, ya son 40 días de lluvias constantes que han provocado aludes y la interrupción del tráfico vehicular entre las provincias de Pichincha y Napo. En el tramo Baeza- Papallacta se han producido alrededor de 30 derrumbes, de los cuales 6 son de magnitud. Uno de los más graves ocurrió en el sector Cuyuja, en la provincia de Napo.

El teniente de Policía Orlando Guanuña explicó que la restricción vehicular es un tema de seguridad: “No se permite el paso porque hay derrumbes, la tierra sigue cayendo y la maquinaria está limpiando la calzada para habilitar el paso lo más rápido”, señaló.

El oficial pidió a las personas apostadas en la vía que se organicen y formen una sola fila de vehículos, ya que la orden preliminar era que se habilite la carretera dos horas, desde las 15:00 hasta las 17:00 de ayer, aunque todo dependía de las condiciones climáticas en el sector, pues la lluvia y la neblina son el clima predominante en Papallacta.

Constante limpieza

Desde el sector Papallacta está desplegada maquinaria de la empresa Constructora Verdú. Volquetas y palas mecánicas tratan de retirar los escombros inmediatamente, sobre todo en los puntos más críticos, donde el lodo y las piedras cubren   la calzada.
La jefa política del cantón Tena, Lucía Rodríguez, manifestó que 17 máquinas trabajan en la limpieza de la vía.

En el sector El Chalpi, cerca de una estación de Petroecuador, personal de Verdú retiraba ayer escombros de la vía. Uno de los funcionarios dijo que ya estaba casi despejada esa parte de la carretera, pero en la noche llovió de nuevo y cayó material, que afectó la autopista.

Además, indicó que hace semanas constantemente cae material, por lo que continúa la limpieza.   

La disposición es que la maquinaria permanezca en ese importante tramo hasta despejar todo el lodo o piedras y que la situación se normalice.

Formas de llegar

Los vehículos que están varados en Papallacta tendrán prioridad para transitar y llegar a sus destinos,   el objetivo es despejar la vía de vehículos y evitar más muertes. Esta semana fallecieron 5 personas en tres diferentes puntos de la vía, además, hubo daños materiales.

Ante la restricción vehicular, una alternativa fue caminar. Carlos Uribe y 4 compañeros llegaron el viernes desde Colombia. Ellos fueron contratados para trabajar en el sector Borja, cerca de Baeza, en las torres de alta tensión.

Uribe afirmó que habían caminado más de 20 minutos y al no conocer el sector no sabían cuánto más faltaba para llegar hasta su destino. “Nos toca caminar, no hay otra opción, debemos llegar para empezar a trabajar, por ahora estamos ganando tiempo, porque vemos difícil que algún vehículo avance”, indicó.

El jueves 23 y viernes 24 de este mes, autoridades del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) realizaron una visita técnica al lugar afectado, con el objetivo de constatar los trabajos urgentes que se efectúan en la zona.

Tras la visita se establecieron horarios restringidos y con vigilancia policial. Ayer y hoy estaba previsto que la circulación se habilite al menos 2 horas, pero se decidió que por razones de seguridad no se reabra.

A los conductores que se dirigen a las provincias de la Amazonía se recomienda que utilicen la vía Quito-Ambato-Baños-Puyo-Tena-Loreto. Mientras tanto, otros tramos viales afectados por las lluvias y los deslaves, que unen Quito con la Costa y con el norte del país, ya fueron habilitados al tráfico (ver gráfico). (I)

DATOS

Los deslaves de mayor dimensión se produjeron el miércoles. Según información del Comité de Operaciones de Emergencia (COE), en Quito, han ocurrido más de 30 deslizamientos de tierra en la vía.

En el sector La Mina, kilómetro 34, tres mujeres que viajaban en el mismo vehículo perdieron la vida y 2 más resultaron heridas, tras caer material sobre el automotor en el que viajaban.

Los otros dos fallecidos son un ciudadano alemán que se movilizaba en un bus de servicio público, tras un derrumbe en Cuyuja, y un hombre que trabajaba como maquinista en el sector Baeza.

Las autoridades determinaron que en la zona todavía hay flujos de lodo e inestabilidad en los taludes por la gran pluviosidad, ya que ha llovido más de 40 días en las zonas de esta carretera. (I)

Problemas en la conexión Azuay-Morona Santiago

Las continuas lluvias en la región oriental de Azuay causan deslizamientos de tierra que bloquean las vías que conducen hacia Morona Santiago.

Según el subsecretario de Transporte y Obras Públicas, Boris Palacios, las precipitaciones son frecuentemente. “Llueve y desde la montaña cae material que interrumpe el tránsito en este sector”, manifestó.

La ruta Gualaceo-Limón, en el kilómetro 42, en el sector Tinajilla, es el más afectado. En el sitio ocurren aludes que interrumpen el paso vehicular. Esta situación también incide en los trabajos de reconstrucción de la carretera.

Ayer se habilitó un carril para el tráfico de los vehículos que van de Azuay o a Morona Santiago. En la vía Paute-Guarumales-Méndez, también han ocurrido derrumbes. En el kilómetro 65, desde Sevilla hasta San Pablo, hubo caída de material. “Estamos con un equipo de trabajo permanentemente y las empresas constructoras apoyan en la limpieza”, indicó el funcionario.

En la provincia amazónica, los chubascos disminuyeron. Las 24 personas que estaban evacuadas en el coliseo 29 de Mayo regresaron a sus respectivos hogares. “Nos mantenemos pendientes de la situación”, indicó el director de Gestión de Riesgos Zona 6, Galo Sánchez. (I)

9 carreteras de la Sierra centro están expeditas

La vialidad es la más afectada por el invierno en esta región. Hace 5 días fueron cerradas las carreteras Baños-Puyo, Riobamba-Macas y Cahuají-Pillate-Cotaló, por el descenso de piedras, lodo y vegetación hacia la calzada.

A pesar de que las lluvias aún persisten en Tungurahua, Cotopaxi, Chimborazo y Pastaza, estas y otras rutas de la zona permanecieron expeditas hasta ayer al mediodía. Los ECU-911 de Ambato y de Riobamba informaron el sábado que en las vías Puyo-Macas, La Maná-Quito, Latacunga-Riobamba, Ambato-Guaranda, Baños-Puyo y otras que conectan a la capital chimboracense con Cuenca, Guayaquil, Guaranda y Quito, la circulación vehicular era normal.

Marlon Guevara, alcalde de Baños de Agua Santa, en Tungurahua, señaló que esto beneficia al cantón. “Baños es una ciudad que vive del turismo, si la vía se cierra hay afectación económica. La situación en la ciudad es normal, las operadoras turísticas, restaurantes, hoteles, hostales, balnearios y spas atienden durante el día pese a que el clima, a veces, nos juega una mala pasada”, indicó.

Además, Guevara explicó que en los dos últimos días el flujo de visitantes era el habitual. Lo mismo ocurre en Pastaza, provincia de la Amazonía, en la que una de sus principales actividades económicas también es el turismo. “Siempre que se cierra la vía Ambato-Puyo la llegada de visitantes decae. Si bien existen otras rutas de acceso, esta es la más utilizada pues conecta a Pastaza con las principales ciudades del país”, dijo Luis Santibáñez, dueño del hotel Macará, del Puyo. Hasta el cierre de esta edición no se registraron deslaves ni interrupciones del tránsito. (I)

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