Moradores de Carapungo piden mayor seguridad

Dos semanas atrás, los medios de comunicación reportaron que en el sector de Carapungo, al norte de la ciudad, un joven fue asesinado por 2 personas que intentaban robarle.

Ese episodio es uno de los que, según los vecinos de la zona, ocurren frecuentemente.

Incluso el sector es considerado por la Policía como una de las áreas del Distrito con una alta incidencia de inseguridad.

De acuerdo con estadísticas oficiales, durante el primer trimestre de este año se han producido entre 43 y 45 asaltos semanales en las principales calles del sector. Los delincuentes incluso utilizan el Parque de la Juventud (el más grande) para cometer sus fechorías.

Varios vecinos comentaron que la situación ha ido creciendo hasta convertirse en algo preocupante y que ya no pueden caminar con tranquilidad por las calles de su barrio.

Carlos Quelal (45), uno de ellos, contó que retornó de España hace 5 años y decidió comprar una casa en el barrio, el que a su parecer no ha cambiado.

Dijo que cuando partió, la delincuencia ya era un problema que aquejaba al sector y que actualmente la situación persiste. “Regresé a mi país y con el dinero ahorrado logré comprar la casa donde crié a mis hijos. Pero ahora creo que no fue una decisión acertada, pues no podemos salir a caminar o simplemente dar un paseo, porque existe un grupo de jóvenes que se dedican a la delincuencia y ya son 3 veces que nos asaltan a mi esposa y a mí. A estos ladrones no les importó golpearme frente a mis nietos”, contó.

Otra historia parecida la narró Samuel Arroyo (18), quien estudia en una de las instituciones educativas del sector. El chico comentó que hace 2 semanas, a la salida del colegio, caminaba por la calle Geovanny Calles, cerca al sector de El Parque de la Juventud, cuando 2 personas se acercaron, lo abrazaron y en tono amenazante le pidieron que les entregara lo que llevaba en su mochila.

“Eran 2 chicos más o menos de mi edad. El uno me saludó, aunque yo no sabía quién era, mientras que el otro me abrazó y me colocó un cuchillo en el estómago. Me dijo que le diera todo lo que llevaba o si no me matarían. Le entregué mi celular, pero de igual manera me empujaron y caí al suelo”, dijo.

EL TELÉGRAFO realizó un sondeo a 15 personas sobre la inseguridad en el sector, 9 de los ciudadanos consultados dijeron haber sufrido algún tipo de ataque delincuencial.

Además de los delitos contra la propiedad, a los habitantes de Carapungo les preocupa el aumento del problema de venta de drogas, a vista de todo el mundo, según denuncian.

Mariano Landívar (72), quien vive en la Etapa E, dijo que los vendedores de estupefacientes ejercen su actividad a cualquier hora del día y nadie controla esta situación.  

Nadia Jiménez (52), moradora del sector del Estadio (cerca de la Panamericana Norte), comentó que en las tardes hay personas que se dedican a vender y consumir drogas y que incluso muchos de ellos llegan a su tienda a venderle cosas robadas para comprar estupefacientes.

Carapungo tiene cerca de 80 mil moradores y cuentan con el respaldo de 52 efectivos de la Policía Nacional, distribuidos en 3 Unidades de Policía Comunitaria (UPC).

No obstante, la comunidad cree que los cambios en la estructura del sistema de seguridad sí han logrado progresos aunque la inseguridad persiste, por ello exigen a la Policía que realice más patrullajes y destine más uniformados al área.

“Creemos que la labor de los policías es eficaz hasta cierto punto, pero la delincuencia va un paso más adelante. En este sector vivimos más de 50 mil habitantes y sería importante contar con más efectivos”, comentó María Paz, quien vive en la zona desde hace más de 50 años.

Carlos Pozo, comandante de la Policía para la parroquia Calderón (a la que pertenece Carapungo) comentó que a pesar de las estadísticas, la institución no considera a Carapungo uno de los sitios más violentos de Distrito. Argumentó que existen pocos casos de homicidio y que la mayoría de casos de violencia que se dan son al interior de las familias.

El uniformado mencionó que el Distrito Calderón cuenta con 35 oficiales y 263 policías, lo que en el caso de Carapungo permitió la desarticulación de alrededor de 10 bandas delincuenciales en el último año y que, además, se está trabajando con la comunidad, especialmente con los jóvenes, en varias campañas para prevenir el consumo de drogas.

Pozo indicó que es necesario que la comunidad se vincule más con el trabajo que realiza la Policía y que denuncie los casos de robo y tráfico de drogas.

Carapungo un centro urbano

Este sector de la ciudad es considerado como uno de los más grandes de la capital, pues es el hogar de alrededor de 80 mil personas. Además, es un territorio que alberga varias fábricas.

Según datos del Cabildo, en la zona existe una población flotante de 5 mil trabajadores.

Carapungo fue uno de los barrios que, al igual que Carcelén y el Comité del Pueblo, recibió una gran cantidad de población migrante del norte del país (Imbabura, Carchi y Esmeraldas).

Este grupo humano empezó a poblar el sector a partir de los años 80, de manera que se convirtió un lugar de vivienda y de gran actividad comercial, la cual empieza desde muy temprano.

A lo largo de la calle Geovanny Calles, una de las arterias principales, se encuentra una gran diversidad de locales como bares, restaurantes, farmacias, entre otros. Así mismo a lo largo de la Panamericana Norte.

Existen registros de que el sector estaba poblado desde tiempos milenarios y que la palabra Carapungo significa “puerta de los Caras”, en alusión a uno de los puntos por los que el pueblo Cara habría llegado a Quito desde el Litoral.

El Carapungo moderno se creó como un plan de vivienda durante la presidencia de León Febres Cordero. Cada microbarrio en Carapungo está determinado por manzanas, las cuales se encuentran distribuidas en 5 etapas. A partir de la década de los noventa se dio un auge de construcción de multifamiliares, y actualmente existen unos 240 conjuntos habitacionales.

Desde entonces, la expansión urbana no ha parado, no solo en Carapungo sino en toda la parroquia de Calderón. De acuerdo con el Cabildo, esa parroquia es una de las que tiene mayor nivel de barrios por regularizar.

Pero el crecimiento poblacional ha implicado también el aparecimiento de problemas de tránsito y movilidad para las 200 mil personas que habitan en esta parroquia; especialmente en horas pico, la Panamericana Norte colapsa debido al congestionamiento vehicular.

De ahí que el Cabildo trabaje en un plan vial como es la extensión de la av. Simón Bolívar hasta el sector de La Mitad del Mundo y el intercambiador de Carapungo, que ya inició su construcción.

Está previsto que el intercambiador cuente con 3 niveles que permitan el paso elevado directo sin interferencias ni entrecruzamientos en ambos sentidos de la Panamericana Norte.

El costo inicial previsto es de $ 20,5 millones.

Durante los próximos meses del año, la Empresa Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (EPMMOP) anunció que trabajará en la reubicación de redes y drenaje profundo en el sector, soterramiento de cables, construcción del puente y rediseño de muros. (I)

Datos

La empresa contratista que construirá el Intercambiador de Carapungo ha previsto realizar las labores en 5 fases de construcción y una de acabados.

Los trabajos de prolongación de la av. Simón Bolívar empezaron en la anterior administración como parte del Plan Vial del Distrito Metropolitano. El proyecto cuenta con el apoyo del Gobierno chino.

Datos del Ministerio del Interior muestran que en Quito, en 2013, se redujeron en el 39% los homicidios y asesinatos; la incidencia de robo a personas en 29% y a domicilios en 21%.

Estudios del Ministerio de Seguridad Interior, dan cuenta que la tasa de homicidios en Quito es de 9 por cada 100 mil habitantes; menor que la tasa a nivel nacional de 10,8.

El año anterior se desarticularon 10 bandas delincuenciales en Carapungo.