Veintisiete días después de que el alcalde Mauricio Rodas puso en funcionamiento 11 paradas reconstruidas del sistema Trolebús, algunas ya presentan daños.

Así, en la parada Alameda (sentido norte-sur), ubicada al frente del edificio del Consejo Provincial de Pichincha, una de las paredes de vidrio ubicadas en la parte exterior de la estación se encuentra totalmente trizada.

Adentro, una abertura en la parte alta de la estructura provoca molestias a los pasajeros. Javier Muñoz, usuario del Trolebús, solicitó que arreglen esa parte de la parada: “Si no lo hacen, cuando llueva con viento nos vamos a mojar”.

En la parada de la Plaza del Teatro, que sirvió como modelo para el proyecto del Municipio y en donde el Banco Pichincha invirtió $ 108 mil en su remodelación, las lámparas están sucias y deterioradas.  

En cambio, en el sector de Quitumbe (al sur), en la parada que se encuentra sobre la avenida Cóndor Ñan, el vidrio de la puerta principal también se encuentra trizado.

Mientras tanto, estaciones como las de los sectores Amaru Ñan, Quito Sur, Recoleta, Cumandá, Santa Clara, Mariana de Jesús, El Florón y La Y aún conservan intactas sus estructuras.

Sin embargo, en algunas se puede observar grafitis en las paredes y en las placas de información. Además, en varias de ellas es evidente la acumulación de polvo.

Esperanza Calderón, usuaria del sistema hace 20 años, dice no entender por qué el Municipio invierte $ 13 millones en readecuar 44 paradas, cuando “solo tenían que mejorar las antiguas”.

El alcalde Mauricio Rodas argumentó que este procedimiento era necesario para adecuar los sitios de abordaje y desembarque a las dimensiones de la flota de 80 buses biarticulados que están siendo incorporados.

Ayer, Rodas anunció que tanto los buses como el total de las paradas del sistema Trolebús estarán operativos en agosto. (I)