La solución de todo tipo de conflictos llega a través del diálogo

Los conflictos se generan a partir de la falta de capacidad para resolver diferencias de criterios sobre distintas situaciones. En otras palabras, el conflicto se genera porque no todos pensamos de la misma manera y no somos capaces de llegar a acuerdos.

Un conflicto puede ocurrir entre países que se disputan un territorio, entre miembros de distintas religiones que consideran que sus creencias son superiores a los de otros. Pero también pueden existir disputas por situaciones mucho menos importantes como la rivalidad entre 2 equipos de fútbol, lo que suele desencadenar en peleas e incluso asesinatos.

Dentro de las familias también ocurren desavenencias cuyas causas pueden ir desde la repartición de una herencia, hasta qué programa se ve en la televisión. En el intermedio hay una inmensa gama de posibilidades que terminan afectando las relaciones con nuestros seres queridos.

Uno de los campos en donde se producen con mayor frecuencia las peleas y discusiones son las relaciones de pareja. Este tipo de disputas terminan afectando a todos los miembros de la familia, especialmente a los hijos; sobre todo, cuando se trata de menores de edad.

En estos casos, las discusiones entre los miembros de una pareja suelen ocurrir por situaciones como celos, infidelidad, dificultades económicas, desacuerdos sobre el uso del dinero, etc.
Tanto para los casos grandes como para los pequeños, la mejor solución es comunicarse.

Para lograr una comunicación efectiva, lo primero que aconsejan los expertos es que las partes se acerquen al diálogo con una actitud de humildad. Esto significa que quienes se encuentran en medio de una disputa estén dispuestos a reconocer sus errores e inclusive a ceder en algunas posiciones. Solo de esa manera se podrá lograr un consenso que permita arribar a una solución. (I)