La gente tiene su propio ‘verano de las artes’

La organización Vientos del Sur trabaja con moradores de barrios y comunidades de Quito en producciones artísticas. Su objetivo es fortalecer la identidad barrial.   

El viernes 3 de agosto, mientras policías recorrían constantemente las calles del sector Eloy Alfaro, en el Comité del Pueblo (al norte), un grupo de artistas pintaban en una pared una sandía grande que representaba el trabajo del pueblo y la solidaridad con la cosecha.

Los artistas pertenecen al grupo Jóvenes Unidos por el Cambio (JUC), colectivo formado hace 7 meses con la ayuda de Vientos del Sur, una organización que funciona como una red de colectivos artísticos y culturales. El mural forma parte de las actividades que se realizan en agosto durante el Quinto Festival Monte Adentro, que se lleva a cabo en los barrios Jesús del Gran Poder, La Magdalena, La Roldós, La Planada, Atucucho, Comité del Pueblo y la parroquia Yaruquí. El Festival busca transmitir el arte y poesía campesina, la tradición oral de los pueblos su música, danza y más.  

Vientos del Sur, la organizadora del festival, se formó hace 10 años en Ibarra, y se ha extendido a barrios y comunidades de Carchi y Pichincha. Colectivos de muralistas, pintores, teatreros, titiriteros, bailarines y más conforman esta organización. Su objetivo es llevar procesos culturales y artísticos a varios lugares, para lo cual trabajan con los grupos propios de cada barrio.

Afrodescendientes, mestizos, indígenas, Vientos del Sur lo conforman una gran diversidad de personas que participan en el festival Monte Adentro.

El evento se ha convertido en una vitrina de la creatividad barrial y a lo largo del año el colectivo trabaja con los pobladores en actividades artísticas y culturales. Un ejemplo es lo ocurrido en el barrio Eloy Alfaro, donde el JUC se formó con un grupo semilla de 20 jóvenes, de entre 12 y 18 años, que han recibido talleres de teatro y percusión.

David Andrango (18 años) es  parte del colectivo y busca que su barrio deje de ser conocido por la delincuencia. “Espero que con estas actividades se unan más jóvenes para que no se pierdan; que podamos unirnos por el bien de todos y logremos cambiar la imagen del barrio” dice David.  

William Trujillo, uno de los organizadores, reconoce que la zona es considerada roja porque hay mucha violencia, pero que es justamente en estos lugares donde Vientos del Sur quiere crear procesos culturales para construir un nuevo tejido social.

Explica que a eventos como el Verano de las Artes Quito (VQ), organizado por el Municipio, no pueden acudir todos los pobladores. Es así que el colectivo busca que estos ciudadanos tengan acceso a actividades culturales y artísticas. William agrega que “el Alcalde (Mauricio Rodas) tiene la obligación de invertir en procesos culturales” que lleguen a todos.  

En el Festival Monte Adentro se realizan alrededor de 70 actividades en las 3 provincias mencionadas. El año pasado participaron cerca de 600 artistas. “Es una fiesta de la comunidad campesina y de los barrios. El objetivo es que se convierta en el punto de llegada de diferentes expresiones artísticas. La idea es que sea un recipiente de la producción  cultural barrial y campesina”, comenta el gestor.

El Centro Cultural Ñukanchik Yuyay, que funciona en Yaruquí y acoge a varios grupos artísticos, colabora hace 4 años con las actividades organizadas por Vientos del Sur. Según Iván Guamán (39 años), uno de sus representantes, allí hacen música, artesanías, danza, ritualidades y medicina andina. Asegura que con estas actividades se busca fortalecer el sentido de comunidad, unidad e identidad, manteniendo tradiciones propias de Ecuador.

“La gente se está olvidando de lo que es la cultura y el arte; se encamina a un mundo más consumista y tecnológico, se va olvidando de lo que es realmente vivir. Eso queremos cambiar”, dice Marcelo Jácome (27 años) del Centro Cultural Casa Atug, ubicado en Atucucho, cuyos  colectivos de artistas también trabajan con la comunidad. (I)