Un año y siete meses han pasado desde que parte del colegio María de Nazaret, ubicado en el sector La Recoleta (centro de Quito), fue afectado por un incendio.

Además de daños materiales, el siniestro causó que el plantel funcionara en instalaciones prestadas hasta el inicio del presente año lectivo.

La estructura es parte de los 6.000 inmuebles inventariados como patrimoniales por el Municipio en la zona urbana y rural capitalina.

Por ello, el Cabildo ejecutó trabajos emergentes para evitar el colapso de la casona entre el 23 de noviembre de 2017 y el 15 de enero de 2018.

De acuerdo con el Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP), se invirtieron $ 135.000 en la intervención. En enero del año pasado, el alcalde Mauricio Rodas entregó los trabajos y prometió ejecutar la rehabilitación total de la edificación.

Sor Nelly Guapás, coordinadora del plantel educativo, asegura que ello no ha ocurrido todavía. La religiosa reconoce la importancia de respetar la condición patrimonial del inmueble, pero le parece exagerado el tiempo que le ha tomado al gobierno local la contratación de los trabajos.

Angelita García, rectora de la unidad educativa, asegura que mientras tanto han debido invertir $ 160.000 para adecuar la institución y que esta pueda operar.

El IMP atribuye la demora a los trámites para obtener el permiso de intervención de parte de la iglesia Católica y a las investigaciones del hecho.

El teatro Bolívar es otra infraestructura patrimonial capitalina cuya reparación por los efectos del fuego está inconclusa. El escenario, inaugurado en 1933, sufrió un incendio en agosto de 1999.

La fundación privada que lo maneja ha logrado su restauración en un 60% con apoyo de gobiernos extranjeros, la academia y la empresa privada.

Mientras tanto, la capilla franciscana de Tumbaco, inaugurada en 1577 y afectada por las llamas el 25 de diciembre de 2015, reabrió sus puertas el 14 de octubre de 2017. $ 150.000 se usaron en su recuperación. (I)