“Tengo que comer y dar de comer a mis hijos”, fue la respuesta de María Lumbaqui (28 años), quien recorre todos los días el Centro Histórico llevando una bandeja de espumilla, al conocer que el Municipio quiteño iniciará operativos este martes contra la proliferación de vendedores no regularizados.

La mujer añadió que trabajará como lo hace siempre: “con un ojo en los posibles clientes y otro en los policías metropolitanos que patrullan la zona. Cuando veo a un municipal me muevo, porque si le agarran a uno son groseros y hasta nos maltratan”.  

Una opinión similar es la de Olga Raza (68 años), quien vende ropa para mascotas desde hace 4 años. Ella asegura ser viuda y dice que mantiene a dos de sus nietos desde que Mireya, la madre de los menores, se fue a Europa hace 8 años “por la falta de trabajo en el país”.

La mujer aseguró haberse convertido en una experta “para esquivar a los metropolitanos” y dijo que seguirá haciéndolo. La situación, sin embargo, no resultaría tan fácil puesto que el Cabildo prevé emplear 162 uniformados en los operativos que se iniciarán a las 08:00 de hoy y está previsto que concluyan a las 22:00.

Así lo dio a conocer Juan Zapata, secretario metropolitano de Seguridad, quien aseguró que la estrategia que planean utilizar es la de anticiparse a la presencia de los comerciantes en las calles.   

Según Zapata, los controles harán énfasis en 4 zonas del centro identificadas como problemáticas en relación con el trabajo autónomo: los alrededores de La Merced, de la Plaza de la Independencia, del Mercado Central y de la calle Rocafuerte.

Marco Murillo, supervisor de la Agencia de Coordinación Distrital de Comercio (ACDC), señaló que los últimos meses del año anterior se capacitó a cerca de 3.000 comerciantes autónomos de la ciudad con el fin de regularizarlos.

Además se han entregado 1.039 permisos para laborar en la zona colonial de la urbe. El gobierno local prevé reubicar a 500 de estos últimos mediante la instalación de 100 nuevas piezas de mobiliario (quioscos y puestos de venta) y la instalación del resto en los mercados (200) y centros comerciales populares (200) de la Administración Zonal Manuela Espejo.

Esta última cifra, sin embargo, no coincide con los datos que maneja Pablo Ávalos, titular del área de centros comerciales de la ACDC, quien aseguró que actualmente hay 200 plazas disponibles en los 10 sitios de expendio de este tipo distribuidos en Quito.  

Para el resto de personas queda la posibilidad de obtener localidades en los puestos vacantes que existen en los mercados y ferias de las otras administraciones zonales. Estas serían 1.500, de acuerdo con Inés Díaz, directora de mercados.

No obstante, aunque en principio no se oponen a la posibilidad de ser reubicados, los vendedores callejeros desconfían de esa medida.   

Martha Yunguilla (31 años), quien se dedica a la venta de camisetas y ‘bividíes’ en el centro, afirmó que abandonó el proceso de formalización al constatar que los policías y funcionarios municipales “también molestan a los compañeros regularizados. Van a las capacitaciones, aceptan ponerse los uniformes, pagan por los permisos y tampoco les dejan trabajar; los hacen mover de donde están y no los dejan tranquilos”.    

Murillo aseguró ayer que la mercancía que sea retenida durante los operativos será devuelta una vez que los comerciantes cancelen las multas respectivas.

Sin embargo, la concejal Soledad Benítez (Alianza PAIS), presidenta de la Comisión de Comercialización, recordó que el artículo 329 de la Constitución prohíbe el decomiso.

La edil también señaló que antes de que se apliquen sanciones, los trabajadores autónomos deben haber sido advertidos por 2 ocasiones de manera formal, inclusive a través de actas, según la Ordenanza 280.

Según Benítez, actualmente las multas son exageradas ($ 100 en algunos casos), por lo que se trabaja en una reforma de la normativa.