A lo lejos de las laderas del Pichincha se observa la montaña verde, pero un enorme hueco negro daña el paisaje del sector.

Esto ocurre a consecuencia de los incendios forestales que en época de verano, como la actual, aumentan. Entre junio y julio este fenómeno ya deja 68 hectáreas de áreas verdes destruidas por las llamas.

Los sectores más afectados son: laderas del Pichincha, El Atacazo, Pifo, Checa, Guayllabamba, Puengasí, Intervalos-Cunuyacu, Conocoto, El Trébol, Colinas del Norte y Calacalí. El Plan Fuego, implementado por el Cuerpo de Bomberos Quito, intenta evitar que los siniestros aumenten.

Raúl Parra, jefe del Departamento de Siniestros del Cuerpo de Bomberos, indicó que el 99% de los flagelos forestales es intencional.

Las principales consecuencias de esto es que los “pulmones” de la ciudad se van perdiendo. Sin embargo, para contrarrestar el problema, la Secretaría de Ambiente del Municipio tiene en marcha un plan de reforestación, pues “las áreas verdes, sin duda, ayudan a mantener un aire puro”, dijo Ramiro Morejón, titular de esa entidad.

A raíz de la gran pérdida de áreas verdes en el 2009, en la que se quemaron 333,4 hectáreas, la Secretaría de Ambiente inició con la reforestación masiva de estas áreas.

Autoridades municipales contaron que la reforestación no solo incluye áreas quemadas, sino todas las afectadas por la erosión del suelo y otros factores. Hasta el momento se han plantado 457.758 árboles y para finales del 2012 se prevé la plantación de 257.000 más.

El proceso de reforestación se realiza con especies nativas de diferentes sectores, entre las cuales están: aguacatillo, acacia motilón, aliso, arrayán, cedro, chichin y otros.

Las redes sociales han sido las formas más rápidas para informar a los miembros del Cuerpo de Bomberos sobre un incendio forestal.

Esto ha permitido que el área de afectación sea menor con respecto al año anterior, en el que se registraron 176,3 hectáreas de terreno dañadas.