El terremoto que afectó al país activó los sistemas de ayuda

Muchas personas se quedaron en la calle cuando sus casas colapsaron a consecuencia del terremoto de 7,8 grados ocurrido el 16 de abril. El sismo también cobró la vida de 663 personas y dejó 6.274 heridas, de acuerdo con el balance final de las autoridades.

Las estadísticas muestran también que 28.776 ciudadanos se encuentran albergados, que hay 9 desaparecidos y que 113 personas fueron rescatadas con vida entre los escombros que dejó el movimiento telúrico.

Luego del desastre, los ecuatorianos mostraron un gran espíritu de unidad y solidaridad que permitió canalizar inmediatamente el envío de toneladas de vituallas, alimentos y agua a las provincias de Manabí y Esmeraldas, las más perjudicadas por el sismo. Adicionalmente, se han recibido muestras de solidaridad no solamente desde el Ecuador, sino de países de la región e incluso de otras partes del mundo.

Esto incluyó la llegada de cuerpos especializados de búsqueda de sobrevivientes como es el caso del grupo mexicano bautizado como Los Topos, que ganó reconocimiento por su participación en las labores de rescate tras el terremoto ocurrido en México en 1985.

Por otra parte, la ayuda estatal no ha cesado desde que ocurrió el sismo y al momento se encuentra instalada una gran cantidad de albergues en zonas como Pedernales, Portoviejo y Canoa, en Manabí, zonas del país que estuvieron entre las más afectadas. En los albergues, los damnificados cuentan con alimentación, espacios para dormir, baterías sanitarias, áreas de aseo.

Además, profesionales especializados atienden a los albergados en temas de salud física y mental, además de proporcionar actividades de esparcimiento para los menores de edad. Según el Presidente de la República, se espera que en los próximos meses los albergados sean recibidos por familia acogientes para que su situación mejore. (I)