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El ochocota se sirvió en el cementerio de Calderón

Arreglos florales, velas encendidas, tarjetas y soplavientos son algunos de los objetos que decoraron las tumbas en los cementerios de la capital. Foto: Fernando Sandoval
Arreglos florales, velas encendidas, tarjetas y soplavientos son algunos de los objetos que decoraron las tumbas en los cementerios de la capital. Foto: Fernando Sandoval
03 de noviembre de 2015 - 00:00 - Redacción Quito

Ayer, los cementerios de Quito estaban llenos de personas que visitaban a sus parientes fallecidos. Varios rituales no dejaron de ser una tradición en el Día de los Difuntos.

El ‘ochocota’ es un platillo con papas, arvejas, carne y maní, acompañado de la colada morada y pan, fueron los alimentos que por tradición consumieron ayer los visitantes del cementerio en Calderón.

María Simbaña comentó que esta es una costumbre que aprendió de sus padres, a quienes visitó ayer en sus tumbas, con sus hijos y nietos.

Lápidas decoradas era una imagen que se observaba en todos los cementerios de Quito. Por ejemplo, en el Parque de los Recuerdos un grupo de personas ofrecía sus servicios para pintar de blanco la lápida, de dorado las letras y arreglar el césped cerca a la tumba.

Jonathan Guamán, desde hace 5 años repara lápidas en este cementerio. Cobra entre $ 5 y $ 6. Esta fecha, como el día de las madres y el de los padres, aprovecha para ofrecer sus servicios, aunque, asegura, “este año el negocio está bajo”.

Otros cementerios se llenaron de color, pues las lápidas fueron decoradas con soplavientos de diversos tamaños, al igual que coronas, flores artificiales y tarjetas con dedicatorias. Los vendedores ambulantes de estos objetos llenaron el cementerio de San Diego. Los precios eran desde $ 0,25 hasta $ 8.

Silvia Gualoto hace 30 años vende este tipo de decorados, pero además frascos para colocar flores con agua. Cerca se encontraba María Quishpe, quien también ofrecía escaleras para que pudieran arreglar las lápidas de la parte superior.

En el cementerio de La Magdalena, los visitantes rindieron homenaje a sus parientes fallecidos con música. ‘En vida’, ‘Collar de lágrimas’ y ‘Allá te esperaré’ eran los temas más solicitados.

Para muchos, el Día de los Difuntos es una oportunidad para reencontrarse con la familia y compartir gratos momentos mientras se arreglan las lápidas. Así lo indicó Carlos Espinosa, quien tiene varios parientes en el cementerio de Lloa y cada año los visita junto a sus hijos. (I)

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