El club de periodismo ha sido toda una aventura

En septiembre de 2014 arrancaron las actividades del club de periodismo en la Unidad Educativa Réplica 24 de Mayo. El club forma parte de las actividades complementarias impulsadas por el Gobierno Nacional para que los estudiantes de las instituciones educativas del Estado aprovechen de mejor manera su tiempo fuera de las aulas.

Las actividades del club son guiadas por profesionales de diario EL TELÉGRAFO, quienes instruyen a los estudiantes en temas como redacción, edición, fotografía, géneros periodísticos, etc.

Durante este tiempo, los integrantes han realizado reporterías externas sobre temas de seguridad y convivencia ciudadana, para lo que visitaron la Unidad de Policía Comunitaria del sector, el mercado de la Mena 2 y hablaron con algunos de sus habitantes.

Los trabajos periodísticos que escriben los alumnos se publican una vez por semana; al principio los domingos y ahora los sábados.

El Réplica 24 de Mayo no es el único participante en este programa y tampoco se aplica únicamente en la capital. Estudiantes de Quito, Guayaquil, Cuenca, Ambato y Manta han redactado y publicado aproximadamente 1.750 noticias durante este período.

Además de los temas citados anteriormente, en el club del Réplica 24 de Mayo se ha hablado sobre el plantel, sus autoridades, actividades que se han realizado, etc.

También se ha escrito sobre problemas de la comunidad, turismo, el tema de las reformas al sistema de ingreso a las universidades, deportes, literatura, cine y sobre biografías sobre artistas.

Erick Rodríguez comentó que participar en el club le permitió mejorar su ortografía, su redacción y amplió su círculo de amigos. Sin embargo, el taller que más le llamó la atención fue el de fotografía, en el que aprendieron sobre encuadres, luz, etc.

Armando Lara, de 18 años, agregó que se unió al club porque quería vivir algo diferente y la experiencia le gustó.

Dice que la clase que más le gustó fue aquella en la que el grupo La Vagancia llegó para que los entrevistaran porque “hablamos con los artistas, comimos snacks y, en general, la pasamos muy bien”. (I)