Debemos mantener siempre la inocencia infantil

Cuando crecemos, vamos olvidando los juegos hasta altas horas de la noche, las risas inocentes y muchas cosas más. Eso equivale a olvidarnos poco a poco de cómo ser niños, aquellos seres para los que incluso un insulto o un golpe dado sin mala intención era un juego, una broma.

Pero ¿quién nos cambia? Alison Benalcázar, estudiante del Colegio Eugenio Espejo, comentó que para ella es penoso que con el tiempo olvidemos las travesuras que hacíamos de pequeños.

En su caso —dice— tener una hermana pequeña le permite recordar la inocencia de la infancia. Los seres humanos nacemos para desarrollarnos y crecer, pero la pregunta es: ¿Debemos olvidar lo que aprendimos y disfrutamos cuando éramos pequeños? Una respuesta sencilla la dio Jennifer Catota, ella dice que en la actualidad, para las personas no significa nada recordar su niñez por más bonita que esta haya sido. En la mayoría de los casos, esos bellos recuerdos son reemplazados por máquinas.

Jennifer se preguntó cómo se guardarán en el futuro las huellas de nuestras vivencias si hoy usamos computadoras y celulares para conservar videos, fotografías, mensajes, etc. Pensamos que seguimos siendo los mismos a pesar del paso del tiempo, pero la vida cambia, el mundo cambia, la moda cambia, las estaciones cambian.

Todo a nuestro alrededor cambia de manera constante, pero eso no quiere decir que nosotros debamos obligatoriamente transformarnos en nuestra parte esencial. Recordar y volver en el tiempo no nos hace daño, por el contrario, retomamos historias, momentos y experiencias vividas anteriormente. Así que ¡seamos adultos jóvenes con almas de niños! (O)