Cevallos pide un código de ética para ediles quiteños

Ayer hubo gran expectativa antes del inicio de la sesión ordinaria del Concejo Metropolitano de Quito.

El ambiente no tenía que ver tanto con los temas agendados, sino con lo que ocurriría con 2 de los protagonistas de la reunión: los ediles Carla Cevallos (SUMA) y Antonio Ricaurte (VIVE).

Sobre este último existía la duda de si se presentaría en el legislativo local al cabo de su licencia y tras la publicación en internet, la semana pasada, de un video en el que el político hace aseveraciones de tipo personal sobre su colega.

Esto provocó disculpas por parte de Ricaurte y la interposición de una demanda por daño moral del lado de la concejala.

El fundador de VIVE fue el primero en llegar a la sala, mientras Cevallos estuvo entre las últimas.

A su arribo, la edil recibió el apoyo de simpatizantes que desde muy temprano ocupaban lugares en la zona de barras del Concejo.

Se trataba de un grupo de mujeres que vestían camisetas blancas en las que estaba escrita la leyenda “No más cruces rosadas”, el eslogan de la campaña contra la violencia de género y el femicidio que capitanea la representante popular.

En la sesión, Cevallos pidió el cambio del orden del día para que se incluya la discusión sobre el establecimiento de un código de ética para los concejales.

“La ciudadanía quiteña no puede tolerar que uno de sus representantes cometa exabruptos por no encajar en la tipología penal y quede impune”, dijo Cevallos.

Ante ello, Edy Sánchez (independiente) propuso que la moción de Cevallos se incluya en el Reglamento de Procedimientos Parlamentarios y de Ética Legislativa, en trámite en la Procuraduría municipal. Para esto se debe contar con la anuencia de la Procuraduría.

“Solicito que se acelere este procedimiento, para que lo abordemos  la próxima sesión; es necesario aprobar este reglamento para normar y regular las actuaciones de los miembros del Concejo. Además, un código de ética es saludable”, concluyó Sánchez. (I)