La rehabilitación del asfalto de las calles Guayaquil, Montúfar, Mejía y Flores, en el Centro Histórico, durará 60 días. En ese período, las vías estarán cerradas para el tránsito vehicular, pero no para los peatones. Los comerciantes del sector temen que ello afecte sus ventas.

En la calle Flores -la primera que será intervenida- los negocios tradicionales como cererías, electrodomésticos,   lanas e hilos son comunes. Desde el próximo lunes iniciarán los trabajos de repavimentación y la vía será cerrada  desde la calle Bolívar hasta la Olmedo.

Según Alicia Mosquera, propietaria de la cerería Luz de América, que tiene un siglo de creación, con el cierre de la vía las personas dejarán de comprar y esto ocasionará un perjuicio económico. 

Comenta que está preocupada porque las calles del Centro Histórico no soportan el peso de los vehículos pesados, por ejemplo del Trolebús, que en cada recorrido hace vibrar las viviendas aledañas. Por eso, teme que las edificaciones se fisuren con el ingreso de maquinaria pesada para repavimentar la calzada.

Al respecto, la Administradora de la Zona Centro, Jenny Jaramillo, aclara que los trabajos se realizarán con máquinas especializadas, “cuyo peso soporta la calle”.

Elena Cajiao (56 años), propietaria de un negocio de lanas e hilos, señala que la intervención es necesaria en la calle Flores. “Sé que la clientela disminuirá, pero hay que tener paciencia para que las cosas mejoren en la ciudad”, comenta.

Mientras se realizan los trabajos de la primera fase, se cerrará la calle Flores y posteriormente la Montúfar (entre la  Mejía y el sector San Blas), por lo que el Trolebús circulará, en dos sentidos, por la calle Guayaquil, en la que se crearán paradas provisionales: una en la plaza Santo Domingo y otra en la Plaza del Teatro.

En la segunda fase se intervendrá la calle Guayaquil, entre la Caldas y Bolívar. Ahí se rehabilitará el alcantarillado y se repavimentará la calzada. En el proceso, el Trolebús circulará en dos sentidos por las calles Montúfar y Flores, con paradas provisionales en la Mejía y Manabí.

El alcantarillado de la calle Guayaquil tiene un siglo de construcción y nunca ha sido intervenido, por lo que está en mal estado. Para evitar posibles colapsos los trabajos se realizarán de manera urgente, indica el alcalde Augusto Barrera.

A lo largo de la tradicional avenida prevalecen los negocios de joyas, zapatos y telas. En el almacén de telas El Príncipe, los dependientes comentaron que la intervención del alcantarillado y la calzada era una necesidad desde hace varios años y que el cierre de la vía al tránsito vehicular no afectará sus ventas porque los peatones sí podrán ingresar.

La Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps) será la encargada de realizar los arreglos en la red de alcantarillado. Primero se realizará el catastro y la revisión de las cajas domiciliarias.

En aquellas viviendas cuyas conexiones están dentro del inmueble, las cajas de revisión serán elevadas al nivel del piso. En la siguiente fase, técnicos de la entidad verificarán el estado de la conexión domiciliaria.

Como parte de la intervención prevista para las cuatro calles está la recuperación de las fachadas de las viviendas. Según Jaramillo, se pintarán las casas que sean afectadas por los trabajos de repavimentación. No obstante, aclara que no es parte del plan intervenir las aceras de ninguna de las calles.