La resolución 001 emitida en enero por la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) no tiene vuelta atrás. La normativa estableció al próximo 30 de junio como plazo final para el cierre de las miniterminales de transporte interprovincial, que operan al interior de las ciudades ecuatorianas.

En el caso de Quito, esto significará que 12 instalaciones de este tipo dejen de operar como espacios de embarque y desembarque de pasajeros. Hoy funcionan de manera paralela a las terminales de Quitumbe (sur) y Carcelén (norte).

De acuerdo con cifras de la ANT, unos 7.160 viajeros utilizan diariamente esos lugares como puntos de partida y llegada a Quito.

Las operadoras de transporte interprovincial tienen como alternativa pedir autorización para usar dichas instalaciones como punto de venta de boletos y envío de encomiendas.

Hasta la semana anterior, los dirigentes del gremio mantuvieron reuniones con el fin de buscar una eventual salida jurídica de última hora a una situación con la que, extraoficialmente dijeron, no están de acuerdo.

Ayer funcionarios y conductores de cooperativas como Trans Esmeraldas, Transportes Ecuador y Flota Imbabura hablaban al respecto; bajo la condición de no ser citados, reconocieron que había resignación en las empresas. “Tendremos que salir”, dijo una empleada de la operadora que viaja principalmente desde y hacia la llamada ‘provincia de los lagos’ (Imbabura).

Mientras tanto, la noticia genera diversas reacciones entre los usuarios. El comerciante Andrés Lincango, de Otavalo, usuario frecuente de los servicios de Flota Imbabura, señaló ayer que le parecía acertada la decisión de cierre de las miniterminales. “Así se evita que más carros circulen por el centro de la ciudad y generen contaminación y tráfico en las calles”, afirmó.

En tanto que Elena Cepeda, quien se había acercado a las instalaciones de Trans Esmeraldas de la Santa María y 9 de Octubre (centro-norte), no estuvo de acuerdo con la decisión de las autoridades. “Yo vivo en Toctiuco (centrooccidente) y la próxima vez que viaje tendré que salir desde Quitumbe o Carcelén. Como viajo en la noche por mi trabajo, tendré que tomar un taxi que seguramente me saldrá por $ 10 o $ 15. Es decir que voy a gastar más de lo que me cuesta el boleto a Esmeraldas”, dijo.

Con la salida de las miniterminales, las autoridades prevén que el tránsito diario de personas por Quitumbe y Carcelén alcance a unas 23 mil.