Hace pocos días las redes sociales se inundaron de likes y comentarios por la galería fotográfica realizada por la pareja Abby Lee y Matt Kay, en Australia. Las imágenes son conmovedoras y en ellas se observa a Humpry, un cachorro café de raza pequeña en los brazos de Abby y Matt, quienes aseguran que son sus padres.  

De igual manera, 2 meses atrás, varios científicos publicaron los resultados de un estudio en el que se demostró que los perros producen oxitocina, también conocida como la hormona del amor.

Este descubrimiento se publicó en varias revistas científicas. Por ejemplo, en el conocido semanario Science de los EE.UU. apareció un artículo en el que se mencionaba el estudio del veterinario japonés Takefumi Kikusui, de la Universidad de Azabu (Japón). La nota concluye con el siguiente ejemplo: “Cuando el animal mira fijamente a los ojos de su dueño produce oxitocina, esto quiere decir, que el perro siente lo que un hijo por su padre”.

Desde esta perspectiva, aproximadamente desde hace una década, las mascotas han dejado de ser aquellos animales de guardianía, la nueva tendencia es tratarlos como si fueran un miembro más de la familia, como seres que requieren de cariño y cuidado.

Spas, estéticas, veterinarias, guarderías y hasta escuelas son los negocios que han surgido alrededor del cuidado de las mascotas. Por ejemplo, Priscila Ospina es gerente propietaria del Spa Vida de Perros, desde hace 3 años.

En el establecimiento los animales reciben masajes terapéuticos, aromaterapia, baño, peinado, corte de uñas, etc. Semanalmente Priscila atiende alrededor de 30 mascotas y el costo del tratamiento depende del tamaño del animalito; por ejemplo, el tratamiento para un chihuahua costaría $ 8; para una raza mediana, $ 22 y para una grande, $ 44.

La joven indicó que apenas hace 4 años este tipo de servicios se convirtió en una tendencia y en una necesidad para mantener la buena salud de las mascotas, pues ahora estas pasan más tiempo al interior de casa.

Según un estudio de la Secretaría de Salud del Distrito Metropolitano de Quito, 3 de cada 5 familias tienen una mascota en su casa.

Roberto Vega, educador y psicólogo canino, recibe de 3 a 4 perros en su escuela de adiestramiento, en Puembo; atiende sobre todo a mascotas que tienen problemas de comportamiento.

Para Vega, el hecho de que una mascota sea parte de la familia responde a la dinámica del crecimiento y modernidad de una ciudad y de sus condiciones económicas. “Mientras avanza la tecnología, las ciudades crecen, etc. Toda la parte urbana crece hacia arriba, obligatoriamente los espacios físicos se vuelven más pequeños, los mismos que compartimos con nuestras mascotas”.

También existen otras razones. Por ejemplo, ahora encontramos una sociedad más ecologista donde se involucra el tema de las mascotas. “En casa existe la tendencia de humanizar a nuestra mascota”, dijo.

Según Vega, la humanización de las mascotas puede conllevar ciertos riesgos, pues se puede romper el esquema natural del animal, es decir, el perro o gato tienen otras necesidades propias de su especie que no pueden ser eliminadas porque son parte de su naturaleza.

Según datos del Distrito Metropolitano, en el área urbana existen 600 mil perros identificados y con dueños, de ahí que es común observar durante el día a varias personas en el parque La Carolina trotando o simplemente paseando a sus mascotas. Ese es el caso de Valeria Mena, propietaria de Choqui, un perro husky de un año.

“Choqui es mi terapia. La verdad es que entró en mi vida en un momento decisivo. Ahora no puedo estar sin él, a donde vaya lo llevo conmigo. El próximo año estudiaré fuera del país y mi perrito también viajará”, comentó la joven.

A la par de esta nueva dinámica entre humanos y mascotas, también las autoridades locales han trabajado por mejorar las ordenanzas municipales que protejan la integridad de los animalitos que son parte de la fauna urbana de la ciudad.

De ahí que, hace más de 5 años, el Concejo Metropolitano creó la ordenanza 0048 a favor de la protección de los animales.

Dicha ordenanza promulga artículos en los que se defienden los derechos de los animales, así como también se imponen sanciones a los dueños cuando se evidencia maltrato, descuido y abandono de su parte.

Hace 4 meses, la Comisión de Ambiente, presidida por el concejal Eduardo del Pozo, realizó una reforma a la Ordenanza 0048, en lo que respecta al orden punitivo.

De igual forma, el Municipio mantiene campañas de concienciación respecto a la tenencia de mascotas saludables. (I)