En medio de la crisis sanitaria, una de las mayores expectativas a nivel mundial es la creación de una vacuna efectiva que permita retornar a la humanidad a la normalidad. Desde el inicio de la pandemia se han generado múltiples investigaciones con ese fin, siendo los grandes países desarrollados los que van a la cabeza de dicha carrera, que busca dar una respuesta de salud, pero que a la vez se ha considerado como una disputa geopolítica por el impacto global que tendría una vacuna.

La OMS indicó, a inicios de este mes, que un tercio de las vacunas que están en fase de pruebas con seres humanos se está desarrollando en China, mientras que los dos proyectos de vacuna más avanzados provienen del Reino Unido y de la propia China. Asimismo, gobiernos como el de Estados Unidos han generado alianzas con el sector privado farmacéutico para desarrollar este tipo de investigaciones. Por su parte, Brasil ha asegurado que cuenta con la tecnología necesaria para producir la vacuna británica, y así distribuirla en América Latina. Todo esto en medio de la disputa entre Estados Unidos y China en cuanto a acusaciones mutuas sobre el origen del virus, y la denuncia estadounidense de que la OMS estaría siendo manipulada por el gobierno chino.

En efecto, a pesar de perfilarse como una solución a la crisis, la creación de una vacuna genera amplios debates tales como el grado de seguridad y calidad al ser investigaciones realizadas con urgencia, así como su acceso sobre todo por parte de los países en desarrollo. Este último debate se puso de manifiesto en la asamblea anual de la OMS llevada a cabo en el mes de mayo, cuando países como Francia y China plantearon que, de encontrarse una vacuna, la misma tendría que ser un bien público global.

En el caso del Ecuador, siendo uno de los países latinoamericanos más afectados por el virus, el Gobierno Nacional ha indicado que ha tenido acercamientos con la Universidad de Oxford con respecto a la vacuna. Más aún, algunas universidades del país también están realizando investigaciones con el fin de hallar la ansiada vacuna, así como tratamientos a la enfermedad. Así, se observa que la búsqueda de una vacuna se ha convertido en una prioridad a nivel internacional. Correspondería que, al encontrarse resultados, los mismos sean manejados dentro de un marco de cooperación y facilitación de acceso a la vacunación a todos los habitantes del planeta, priorizando los derechos humanos por sobre intereses políticos o económicos. (O)