Tres grupos sociales rechazan alza de tarifas en taxis de Quito

La reacción de los grupos sociales  en Quito al preacuerdo entre la Alcaldía y los taxistas para la elevación de las tarifas no será inmediata ni específica. La mayoría de los consultados no estaba al tanto, pues -aseguraron- no participó en los diálogos que desde noviembre desarrolla el gobierno local con el gremio respecto al tema.

Reconocieron, eso sí, que intervinieron en la mesa de participación ciudadana establecida para tratar el pedido de elevación de pasajes de transporte urbano y dijeron que lo decidido contó con sus aportes.

El asunto lo resolvió la administración de Mauricio Rodas mediante un acuerdo de congelamiento de las tarifas por 2 años, a cambio de una compensación económica de entre $ 0 y $ 1.000.

El gobierno local pretende atar la remuneración al cumplimiento de parámetros de calidad, aunque aún no está clara la forma como se controlarán dichos indicadores.  

Se prevé que el Concejo analice esta semana un reglamento, elaborado por la Secretaría Metropolitana de Movilidad, que permitiría la aplicación del acuerdo, lo que significaría para la Municipalidad un desembolso anual de $ 20 millones.

En cuanto a los vehículos de alquiler, dirigentes de la transportación revelaron el fin de semana algunos términos sobre los que se establecerá un eventual acuerdo.

Uno de estos es el incremento del valor de arranque actual de $ 0,35  a $ 0,50; el aumento de la carrera mínima diurna de $ 1 a $ 1,45 y en las noches de $ 1,50 a $ 1,75.

Estos precios se aplicarían a las 9.000 unidades en la capital.

Así lo dio a conocer Paco Velasco, presidente de la Unión de Operadoras de Taxis de Pichincha, quien señaló que aunque esas cifras no los satisface plenamente, esperan “paliar de alguna manera el déficit que ha mantenido todos estos años el taxismo”.

El dirigente advirtió que los integrantes del gremio esperan “que en un futuro no muy lejano se pueda revisar nuevamente el tema”. La propuesta inicial del sector era que, por ejemplo, la carrera mínima duplicara su valor al pasar de $ 1 a $ 2, en el día.

Myriam Manobanda, de la Federación de Barrios de Quito (FBQ); José López, de la Federación de Estudiantes Secundarios del Ecuador (FESE); y Natasha Rojas, de la Unidad Popular (desaparecido MPD) coincidieron en rechazar el incremento del valor del uso de taxis.

La primera dijo que su agrupación “se encuentra preocupada tras conocer el hecho, sobre todo porque el servicio que brindan los señores taxistas no es el más adecuado”.

Manobanda se refirió específicamente a situaciones en las que el conductor pregunta el destino para decidir si realiza o no el trabajo.

La titular del órgano, que agrupa a los barrios capitalinos, consideró que antes de que la medida sea definida por el Concejo se debería preguntar a la ciudadanía si está de acuerdo con ella.

De su lado, el dirigente estudiantil apuntó que la mayor preocupación de su organismo tiene que ver con el efecto de una eventual alza sobre la economía de los estudiantes del sistema nocturno, “que -a su juicio- son quienes más utilizan los taxis”.

López dijo desconocer el número de cuántos  estudiantes de este tipo se verían afectados y lo atribuyó “a los cambios efectuados al inicio del actual año lectivo en la nocturna”.

Ante la consulta de por qué, en ocasiones anteriores, el simple anuncio de elevación de tarifas ha hecho que se organicen protestas, dijo que las manifestaciones siempre están precedidas “de la elaboración de propuestas” y que en este caso, dicho proceso está en marcha.

El estudiante de último año del Instituto Nacional Mejía añadió que el reclamo sobre el tema de los taxis en Quito formará parte del paquete de demandas que servirán de base para la marcha que alistan sectores de oposición al Gobierno Nacional para este jueves 19 de marzo.

Manobanda y Rojas coincidieron en que sus agrupaciones se manifestarán pasado mañana en contra de la pretendida alza, además de los demás reclamos.

La presidenta de la FBQ especificó que “la ocasión es propicia para que el pueblo se manifieste en contra de todo lo que le afecta y no le ha sido consultado por las autoridades, como el caso de las tarifas”.

La visión de los 3 dirigentes acerca de que la baja calidad del servicio no justifica la eventual elevación tarifaria es compartida por los ciudadanos.

En un breve sondeo realizado ayer en las calles por EL TELÉGRAFO, la mayoría de consultados afirmó que un aumento de los costos de las carreras solo estaría bien si previamente se comprueba que los taxistas han mejorado el servicio que prestan. Esto a pesar de que el 80% de las personas advirtió que está consciente de que las tarifas del gremio amarillo no han sido revisadas más de una década.

Michael Toapanta señaló que aunque ha sido objeto de abusos por parte de los conductores de taxis, en varias ocasiones, ha preferido “no perder el tiempo denunciando estos hechos de manera formal”, porque consideró que el objeto de sus denuncias no será sancionado por la autoridad.

Según la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT), el año pasado se presentaron en la capital 1.727 quejas solo por la falta de uso del taxímetro.

Carlos Brunis, presidente de la Federación de Cooperativas de Taxis de Pichincha, señaló sobre la calidad que “aunque hay cosas que mejorar en la aplicación de las normas”, todos los agremiados conocen cómo deben proceder. Añadió que para mejorar se prevé realizar capacitaciones.