Fue director provincial del Partido Social Cristiano-Madera de Guerrero (PSC-MG) pero renunció a él. Es doctor en Jurisprudencia y catedrático de la Universidad San Francisco de Quito.

Santiago Guarderas habló con EL TELÉGRAFO acerca de los escenarios en la Asamblea por el caso José Serrano, titular del Legislativo, y el excontralor prófugo, Carlos Pólit.

¿Qué puede pasar con José Serrano?
Hay dos posibilidades. La primera es destituirle de la presidencia de la Asamblea, de acuerdo al  artículo 18 de la Ley de la Función Legislativa (LOFL). En ese caso, él sería cesado pero no perdería su calidad de legislador. La segunda posibilidad es destituirle como legislador, que tiene otras causales, según el artículo 163 de la LOFL. Y en ese caso Serrano también perdería la presidencia de la Asamblea.

¿Cómo sería el mecanismo?
El pleno de la Asamblea mediante una resolución pide la destitución de Serrano, obviamente después de escucharle. Para ello se necesita la mayoría simple, es decir, la mitad más uno.

¿Quién sería el sucesor?
De acuerdo al artículo 16 de la LOFL, la sucesora sería la primera vicepresidenta, Viviana Bonilla, pero ella está con licencia por maternidad. Así que el sucesor sería el segundo vicepresidente, Carlos Bergmann. Pero él estaría como titular solo hasta que el pleno nombre al nuevo presidente de la Asamblea.

¿Usted cree que detrás de todo eso está Rafael Correa?
Detrás de todo esto está la mano de Correa. Él busca sembrar el caos mayor y desinstitucionalizar al país para que convoquen a una Asamblea Constituyente. Esta establece nuevas reglas, especialmente en materia electoral, que permitan la reelección indefinida y Correa pueda participar en las elecciones.

¿Por qué sembrar el caos?
La gente está pidiendo que todos los corruptos se vayan y se acabe con la impunidad. Pero el Consejo de Participación Transitorio podrá actuar inmediatamente, que es la salida democrática, para sustituir a las autoridades involucradas en manejos irregulares y nombrar a otros funcionarios honestos que reinstitucionalicen el país. Tenemos un fiscal, exasesor de Correa, que no lo llamará por el caso Singue, cuyo informe sacó la Contraloría y responsabiliza al expresidente de ese tema. (I)