“Que se lo decida en consulta popular”
La propuesta del presidente Rafael Correa es una violación a los principios constitucionales y a los derechos de los trabajadores, pues en primer lugar se está proponiendo una reforma constitucional al momento en que se le están restringiendo los derechos a las utilidades de los trabajadores.
En segundo lugar, se propone la seguridad social para las trabajadoras del hogar con los recursos de los trabajadores ecuatorianos; es decir, no se asumen por parte del Gobierno las obligaciones constitucionales que establecen que la Seguridad Social es responsabilidad del Estado.
Consecuentemente, personas agrupadas en el Frente Unitario de Trabajadores (FUT) vamos a rechazar el 19 de noviembre próximo, en la movilización nacional que convocamos, estas pretendidas contrarreformas laborales que afectan a los derechos laborales.
Además, porque se ha establecido por parte del Gobierno el criterio de que se puede coartar la libertad sindical, consignada en la Constitución, en el Código del Trabajo y en los convenios internacionales, cuando se determina que se establecerá que los trabajadores, organizados o no, sean parte de la decisión de organismos sindicales.
El eje con el tema de la remuneración es más atentatorio a los derechos de los trabajadores, pues se está estableciendo que la remuneración estará compuesta por factores como son la mensualización de los décimos tercero y cuarto, fondos de reserva, utilidades y bonificaciones determinadas por convenios y contratos colectivos de trabajo. Eso no lo vamos a permitir, por lo que rechazaremos la propuesta del presidente Correa.
Tiene que saber que si quiere reformar la Constitución tiene que hacer una consulta popular, y será el pueblo quien defina si le acepta a Correa que haga estos retrocesos que están prohibidos en el artículo 11, numeral 8, inciso segundo, de la Constitución, que establece que los derechos de los trabajadores son progresivos y no regresivos.
Estamos defendiendo derechos del ser humano. Nosotros no tenemos nada que ver con la derecha, no estamos con la propuesta de la derecha conservadora ni de la nueva derecha del Gobierno.
Soy dirigente sindical desde los 18 años (hoy tiene 59 años), pero no somos los sindicalistas quienes nos queremos quedar enquistados, sino el Gobierno porque ya le gustaron los cargos, ellos están embelesados en el poder, nosotros no, tenemos que trabajar día a día para dar de comer a nuestras familias.
Sí, desde los 18 años soy dirigente de los trabajadores del país y a mí no me tiembla la mano. No nos vendemos a gobiernos, nos eligen los trabajadores para defender sus derechos. Y si nos eligen es porque confían en la defensa que estamos haciendo.