Poder obrero en las calles

Ecuador vivió ayer una jornada de alegría multitudinaria por el Día del Trabajador. Solo en Quito participaron más de 50.000 personas en la marcha convocada por las organizaciones gremiales que apoyan la gestión del Gobierno y destacan las conquistas laborales alcanzadas en los últimos 8 años.

Mientras otras 15.000 se sumaron a la movilización convocada por los sindicatos que cuestionan las políticas del Estado. Con dos visiones diferentes sobre el valor del trabajo, la jornada fue pacífica.

La Plaza de Santo Domingo, en el Centro Histórico de la capital, quedó pequeña frente a la concurrencia de docentes, universitarios,  jóvenes, amas de casa, empleadas domésticas, jubilados, trabajadoras sexuales, empresarios, trabajadores autónomos y servidores públicos que partieron desde la Villaflora. Hubo música, zanqueros, globos de colores y carteles de respaldo. La avenida Maldonado, que conduce a la plaza, lucía repleta.

La alegría contagió a los vecinos del sur de Quito. Marlene González llegó desde El Beaterio para vender sánduches con café a los trabajadores que llegaron desde otras provincias, pero al concluir la venta decidió reunirse con su esposo e hijos para emprender la caminata que encabezó el presidente Rafael Correa, quien con un megáfono entonaba las consignas de los trabajadores.

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En la plaza se instaló la tarima desde donde varios representantes de los trabajadores se refirieron a la eliminación de la tercerización laboral, la Ley de Justicia Laboral que permitirá el ingreso a la seguridad social de 1,5 millones de amas de casa, el pago de utilidades, etc. Inés Chiluisa, ama de casa, destacó el reconocimiento histórico de miles de amas de casa que nunca fueron tomadas en cuenta por  el sector productivo.

El ministro de Trabajo, Carlos Marx Carrasco, también intervino para hacer énfasis en la lucha histórica de los trabajadores y aseguró que “la larga y triste noche neoliberal está superada”. Destacó la creación de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) porque hace realidad el clamor de las bases.

El Ministro advirtió que la oposición quiere la tercerización laboral y la privatización de las pensiones jubilares. “La oligarquía y las transnacionales no quieren naciones libres y soberanas, quieren un solo mercado desde Alaska hasta la Patagonia; no quieren ciudadanos libres, sino consumidores compulsivos; no quieren ciudadanos trabajadores, sino intermediarios laborales; no quieren equidad, quieren trabajo barato, trabajo descartable”.

Desde esa tarima, con un listón negro en el brazo izquierdo, Correa lamentó la muerte de la legisladora manabita Kerly Torres, de PAIS, en un accidente de tránsito cuando se dirigía a Quito para ir a la marcha.

También se refirió a quienes hoy acusan al Gobierno de traición por supuestamente meterle la mano al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) con la aprobación de la Ley de Justicia Laboral. “A 300 metros (desde la Plaza de San Francisco) intentan con gritos destemplados opacar el poderoso sonido de nuestra revolución (...). ¿Dónde estaba esa dirigencia cuando se tercerizaba a nuestros trabajadores, cuando nadie se afiliaba al IESS, cuando a las empleadas domésticas se les pagaba $ 80 (al mes), cuando las empresas no declaraban utilidades y, en consecuencia, ni siquiera pagaban impuestos”, increpó.

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Comparó las cifras entre 2006 y 2015 en varios aspectos para destacar, por ejemplo, que de170 mil trabajadores sindicalizados hoy son 370 mil; que los trabajadores asegurados pasaron de 1,2 millones a 3,1 millones; que el salario básico subió de $ 160 a $ 354; y que 85 mil personas con discapacidad se incorporaron al sistema laboral.  

El Mandatario explicó que el IESS recibecada año $ 500 millones en intereses por bonos del Estado y que otros $ 500 millones aporta el Estado como empleador, por lo que negó que exista una deuda pendiente. Ratificó que está en proceso una nueva ley de seguridad social y una reforma integral al IESS.

Desde el público coreaban la reelección, a lo que el gobernante respondió que personalmente no está interesado en candidatizarse de nuevo, pero que solo en un caso extremo lo haría, aunque “con esta multitud, esta energía, estoy seguro de que no será necesario”.

Mientras tanto, en la marcha convocada por la Federación Unitaria de Trabajadores la consigna era ‘Fuera Correa’ y rechazar las medidas del Gobierno más que la conmemoración del Día del Trabajo.

Figuras como Mesías Tatamuez, de la Cedocut; Nelson Erazo, de la Unión General de Trabajadores; Pablo Serrano, de la CEOSL; Carlos Pérez, de la Ecuarunari; y Jorge Herrera, de la Conaie; lideraron la marcha que salió desde el IESS.

Los partidos políticos y las cámaras también asistieron: por Pachakutik, la asambleísta Lourdes Tibán; por la Unión Popular (ex-MPD), Natasha Rojas y el presidente de la Cámara de Comercio de Quito, Blasco Peñaherrera.

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Desde la Plaza de San Francisco los dirigentes expusieron sus reclamos, mientras los manifestantes se retiraban para pasear por el Centro Histórico. Todos coincidieron en  constituir un frente contra el régimen. “Hoy  debemos hacer un compromiso de seguir en las movilizaciones e ir a una huelga nacional”, declaró Pérez, quien pidió la renuncia del Mandatario. Y Tatamuez acotó: “La marcha unitaria es contra la corrupción, la inseguridad y la represión (…). Los gobiernos se caen solitos, como se cayeron los 3 gobiernos anteriores”.

Sobre los vínculos con la derecha, Herrera rechazó una vez más la reunión de los directivos de Pachakutik con Sociedad Patriótica y el banquero Guillermo Lasso. Y juntos resolvieron presentar un pedido de inconstitucionalidad contra la Ley de Justicia Laboral, realizar en Riobamba un congreso de trabajadores y convocar a un paro nacional para el 20 de mayo. (I)

Jornada se vivió sin problemas en Portoviejo

En los bajos de la Gobernación, unas 2 mil personas se reunieron para celebrar el Día del Trabajo. Entre música y algarabía, las autoridades provinciales festejaron con los presentes la muestra de apoyo a la gestión realizada por el presidente de la República, Rafael Correa.

En contraparte, la marcha organizada por diversos gremios opositores avanzó por las calles de la ciudad y culminó en las inmediaciones del parque central de Portoviejo. Esta marcha pacífica contó con más de mil personas que, casi a las 10:30, se retiraron del lugar.

“Esto es una muestra más del apoyo con el que cuenta la Revolución Ciudadana. Es el pueblo que manifiesta que el presidente Correa cuenta con apoyo de todo un país”, destacó Susana Dueñas, gobernadora de Manabí.

De su parte, el portovejense Carlos Cedeño incitó a las autoridades a realizar anualmente este tipo de agasajos a los trabajadores.

 “Esta fiesta es el reconocimiento para quienes hacemos patria todos los días”, señaló. (I)

Marcha opositora causó disturbios en Machala

La marcha convocada por los opositores al régimen terminó en disturbios en Machala. Sus protagonistas quemaron banderas, un ataúd de cartón y hubo forcejeo con policías. No así la convocada por los trabajadores en favor de las políticas de Gobierno que culminó con un acto público, en el que intervinieron autoridades de la provincia. La concentración fue en la Av. 25 de Junio;  solo 3 cuadras separaban a las 2 manifestaciones. La primera en salir fue la marcha convocada por las organizaciones en contra del gobierno.

Jéssica González, dirigente del Frente Popular, dijo que cada vez van teniendo más apoyo las movilizaciones. “Es la gente que sale a las calles a decirle no a las políticas de este gobierno”, dijo la mujer que ha liderado todas las marchas realizadas en Machala en contra del Ejecutivo. En cambio, la marcha de los trabajadores en apoyo al Gobierno salió 20 minutos después. “Es una marcha histórica en Machala, han caminado organizaciones sociales que nunca lo han hecho”, dijo el gobernador de El Oro, Carlos Zambrano. (I)