Entrevista / Susanne Hageman / directora de la Red de Apoyo a la Unión de Afectados por Texaco-Chevron (UDAPT). profesión: Economista y Pedagoga
“La lucha contra Chevron es vital para las causas campesinas en Europa”
Hasta Lago Agrio (Sucumbíos), por primera vez llegó Susanne Hageman, de origen suizo, directora de la Red de Apoyo a la Unión de Afectados por Texaco-Chevron (UDAPT). Allí, pese al calor de más de 30 ºC, constató in situ parte de la afectación a la salud humana y al medioambiente provocada durante 28 años de explotación petrolera antitécnica de la transnacional estadounidense.
Hageman, en entrevista con EL TELÉGRAFO, consideró que es muy importante que la prensa ecuatoriana y extranjera difundan la verdadera magnitud de este caso, para que el mundo sepa y entienda que 5 nacionalidades indígenas y campesinos fueron las víctimas.
El rol de la prensa —según ella—, servirá para entender la magnitud del caso, el cual es 80 veces más grande que el derrame provocado por la British Oil en el Golfo de México y 35 veces mayor que el de Exxon Valdez en Alaska. Texaco-Chevron afectó 5 millones de hectáreas de la Amazonía ecuatoriana y, además, perjudicó la salud y la forma de vida de 30 mil personas.
A pesar de ello, dice que aún se cree que los hechos ocurridos en el Golfo de México y Alaska son las peores tragedias petroleras. Y así lo destacaron a su debido tiempo los medios de comunicación del mundo. En cambio, en el caso de lo ocurrido en Sucumbíos y Orellana, en Ecuador, el caso fue silenciado por la prensa nacional y extranjera.
Tras constatar en la Amazonía ecuatoriana el daño dejado por Texaco-Chevron, tanto a la salud de miles de indígenas y colonos y al medioambiente, ¿qué mensaje le daría a la prensa ecuatoriana para que difunda el caso?
Pienso que es muy importante que la prensa difunda ya este caso, que muestre que son esos pueblos y nacionalidades indígenas las víctimas, que son niños, mujeres y hombres que tienen su vida, su valor y su dignidad, por lo que es su responsabilidad (de los medios de comunicación) difundir noticias del derecho de esta gente a tener una vida mejor tras el daño causado por la multinacional.
Aparte del poderío económico de Chevron, se dice que ha habido presión y corrupción contra el gobierno de turno en Ecuador, así como en lo judicial y en su influencia en la prensa y en los periodistas, de ahí que dentro y fuera del Ecuador no se conocía en su magnitud lo causado por la transnacional en la Amazonía. ¿Qué sabe y qué dice al respecto?
En Europa es menos, pero siempre hay influencia de las multinacionales en los políticos, porque pueden dar dinero. Pero se sabe, por ejemplo, que en Europa había una carta de Chevron en la que quería influenciar en las negociaciones para el Pacto Transatlántico, en la cual escribe lo que hay que poner como ‘eficiencias’ en ese pacto de las transnacionales norteamericanas en Europa. Eso quedó en evidencia.
¿Cómo es vista en Europa Chevron y la lucha de los indígenas y campesinos de la Amazonía ecuatoriana?
Como en Europa hay campesinos que tienen miedo a luchar en contra de las transnacionales por el daño que provoca la explotación del gas, como por ejemplo en Polonia y Rumania, ellos saben bien lo que sienten los indígenas y campesinos de la Amazonía ecuatoriana y, por ello, son muy solidarios con su lucha y resaltan su valor.
Por eso yo les digo a los afectados ecuatorianos que hay que seguir en la lucha, hay que creer que en el mundo tienen el apoyo y que nosotros tenemos mucha admiración por su lucha, la cual es excepcional, porque son personas excepcionales.
En Europa, el caso de la lucha contra Chevron tiene importancia, es vital para todas las luchas de indígenas y campesinos que hay en Europa, es el ejemplo a seguir.
De parte de Chevron se ha dicho que quienes apoyan a los 30 mil afectados de la Amazonía ecuatoriana son mafias u organizaciones delictivas, de lo cual da cuenta el juicio RICO en la Corte de Nueva York, liderada por el juez Lewis Kaplan, ¿qué opinión le merece?
Eso es inadmisible. Es imposible que unos indígenas y campesinos puedan extorsionar a una multinacional, eso es absurdo totalmente. Por eso también es que debemos apoyar esta lucha de la Unión de Afectados por Texaco-Chevron (UDAPT). Conocer la forma en que esta multinacional y cierta justicia trata a los afectados debe resultar de por sí importante para los pueblos del mundo.
¿Qué le diría usted al mundo tras lo visto respecto al daño dejado como herencia por Texaco-Chevron en la Amazonía ecuatoriana?
Le diría que esta lucha de los pueblos de la Amazonía y de los campesinos es una lucha excepcional, por su unión, por su fuerza, porque son más de 20 años que vienen pidiendo justicia y siguen teniendo la esperanza de que las cosas son posibles. Y que no hay que dejar las cosas sin luchar.
¿A qué se debe la presencia de usted en Ecuador y cuál es la labor que cumplen desde la Red de Apoyo Europea a la Unión de Afectados por Chevron?
Somos la Red de Apoyo a la Unión de Afectados por Texaco-Chevron en Europa, que coordinamos todo el trabajo de respaldo a los indígenas y campesinos de la Amazonía, coordinamos ese apoyo con las organizaciones ecologistas, con las agrupaciones campesinas, de derechos humanos y de lucha contra el poder de las multinacionales en Europa.
Además, acompañamos a los representantes de la Unión de Afectados por Texaco-Chevron cuando van desde Ecuador a Europa, para hacer acciones.
Venimos a conocer personalmente el daño y también a participar en la Segunda Feria por la Dignidad y la Justicia, organizada por los miles de afectados, en Lago Agrio.
¿Desde qué parte de Europa apoya la Red y qué acciones coordinadas por ustedes podría citarme?
Desde Ginebra (Suiza), y hemos hecho varias acciones, como por ejemplo, las grandes conferencias con organizaciones del medioambiente, de derechos humanos y sindicatos de Ginebra para informar sobre el caso Chevron y ponerlo en la perspectiva europea. Esta lucha para Europa es muy importante porque este caso es emblemático, tiene importancia mundial. En Ginebra, por ejemplo, todas las organizaciones están interesadas y apoyan esta lucha, y han participado también en la manifestación del 21 de mayo pasado ante la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Después, en junio pasado, coordinamos para que fuera a Ginebra Pablo Fajardo (procurador común de los 30 mil indígenas y campesinos afectados) a exponer ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU para apoyar una resolución del Estado ecuatoriano y que los gobiernos hagan un grupo de trabajo para luchar contra la impunidad de las empresas multinacionales.
Para ello conseguimos el apoyo de 12 organizaciones y asociaciones de víctimas en el mundo de diversas transnacionales y también muchas redes de apoyo. Esas acciones fueron positivas porque al final el Consejo de Derechos Humanos votó por una resolución.
A inicios de este 2015 también se apoyó y se hizo una campaña junto a Amazon Watch (organización con sede en San Francisco-California que trabaja para proteger los bosques tropicales y promover los derechos de los pueblos indígenas de la cuenca amazónica) para votar a nivel mundial por las empresas más irresponsables y contaminantes del planeta, de lo cual resultó ganadora Chevron.
¿Cuál es el mayor obstáculo que han encontrado como red en la lucha contra las transnacionales como Chevron?
Lo difícil, al inicio, es motivar a la gente de las organizaciones y redes para que entiendan la magnitud del caso y se decidan a respaldar la causa.
¿Qué otras redes y organizaciones apoyan la causa de los ecuatorianos afectados?
Hay grandes redes, por ejemplo, una que está con el Instituto Internacional en Ámsterdam (Holanda), que realmente ha hecho del caso Chevron un tema emblemático para estas luchas.