Estos gremios fueron creados entre las décadas del 40 y 50
La influencia de MPD se diluye en las organizaciones del sistema educativo
La desaparición del Movimiento Popular Democrático (MPD), en julio del año pasado, de los registros del Consejo Nacional Electoral (CNE), cambió el panorama de las organizaciones y gremios que se cobijaban políticamente en su seno, principalmente los vinculados al quehacer educativo.
Aunque gremios como la Unión Nacional de Educadores (UNE), la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador (FEUE), y la Federación de Estudiantes Secundarios del Ecuador (FESE) nacieron en las décadas del 40 y 50, luego fueron vinculados con la organización política cuando esta se fundó, el 17 de marzo de 1978.
En el caso de la FEUE, esta organización nació el 6 de diciembre de 1942 en Quito con una ideología de izquierda influenciada por la creciente presencia de la entonces Unión de República Socialistas Soviéticas en el escenario mundial.
No fue sino hasta la década del 50 cuando, tras la muerte del gobernante soviético, Iósif Stalin, los partidos comunistas en Latinoamérica empezaron a escindirse. “En Ecuador no fue la excepción, el partido se divide y se forma el Partido Comunista Marxista Leninista del Ecuador (Pcmle)”. Este último penetra en la organización estudiantil, comenta el presidente de la FEUE, Guayaquil, Janio Cerezo.
Paralelamente se crea el movimiento secundario (FESE) con similares idearios y ambas organizaciones extienden sus filiales en todo el país. Con la creación del MPD en 1978, se acentúa la política partidista en estas organizaciones.
La presencia del MPD en estas organizaciones ha sido permanente, pero en la década del 90 empieza a perder influencia sobre la FEUE en algunas filiales. En Guayaquil, por ejemplo, fue visible la creciente influencia del Partido Social Cristiano (PSC) en las asociaciones estudiantiles, hasta que en 2002 gana la presidencia por medio de su candidato Juan Fernández, que luego fue asambleísta por el mismo partido en 2009. La presencia del partido de derecha continuó con Javier Cuéllar hasta que en 2013 Cerezo gana las elecciones. Sus detractores lo señalan como alineado al Gobierno, aunque él lo niega.
“Yo no soy afiliado a partido político alguno, la diferencia es que si me invitan a reunirme en Carondelet es para hablar de temas de educación superior”, afirma.
Según Cerezo, existen 15 filiales de la FEUE en el país, 3 de las cuales aún están en manos del MPD: Latacunga, Quevedo y Santa Elena. Agrega que el presidente nacional, Javier Rojas, también está vinculado con la desaparecida tienda política y que su elección, en 2013, fue producto de un congreso en el que asistieron miembros del Frente Revolucionario de Izquierda Universitaria (FRIU) y exemepedistas que los hicieron pasar como miembros de asociaciones, por eso la mayoría de filiales lo desconocen.
Rojas rechaza esta afirmación y más bien sostiene que su presidencia es legítima e incluso su gestión está encaminada a velar por el bienestar de la comunidad universitaria. Como ejemplo citó el apoyo a la propuesta de establecer en Guayaquil una tarifa preferencial a los estudiantes.
Algo similar ocurrió con la UNE, gremio que se creó en agosto de 1944 durante un congreso nacional de educadores ecuatorianos y que fue puesto en vigencia en el Registro Oficial en 1950. En 1977 la dictadura militar (triunvirato) deslegitimó la organización, pero con el retorno a la democracia y por la influencia del MPD recobró su personería jurídica en 1979.
Actualmente se debate en un frente complicado: de 100 mil afiliados con los que cuenta, según sus registros, solo 40.000 realizan sus aportes, y a esto se suma otro factor, que es la creación de la Red de Maestros y Maestras por la Revolución Educativa, el pasado 7 de febrero, en una convención a la que asistieron miles de profesores en la ciudad de Quito.
Según Mariana Pallasco, expresidenta de la UNE nacional, esta red tiene la finalidad de debilitar a la organización que ella presidió y que ahora está a cargo de Rossana Palacios.
Walter García, coordinador zonal de esta red, rechaza esta afirmación. Él dice que la red busca el cambio hacia la construcción de procesos sostenidos de diálogo con el Gobierno para fijar su posición como docentes. “La Red de Maestros está fundamentada en la solidaridad hacia una sociedad más justa, equitativa y humana y solidaria y en ese sentido nosotros hemos emprendido este camino para fortalecernos como docentes”, sostiene.
Para ello, recalca, uno de los puntos a favor será la capacitación que se brindará a los maestros para la recategorización por especialidades.
Otro de los puntos es buscar la profesionalización de aquellos docentes que por años han trabajado en lugares distantes, pero se quedaron con sus títulos de bachiller.
Pero Pallasco afirma que la debilidad de la red es precisamente ser opuesto a la UNE, porque pierde vigencia como representante de docentes.
“La UNE lucha por el incremento salarial, por el retorno a la jornada pedagógica, por la recategorización para los docentes, según sus años de servicios, estabilidad laboral con concursos transparentes y profesionalismo, por jubilaciones dignas y el incentivo justo”, manifiesta la dirigente.
Y sobre la red señala que esta se pierde, se absorbe y se subordina a un movimiento político como Alianza PAIS, por lo tanto, asegura, se vuelve un gremio sin fuerza y sin representatividad que solo obedece a lo que el ‘patrono’ le ordena.
Pero García sostiene que no están para criticar a la UNE sino que se los invita a unirse a la Red porque quieren ser el vínculo con el Ministerio de Educación.