La próxima semana se reunirá el Consejo Directivo del Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas (Issfa) para iniciar las gestiones legales y administrativas sobre la transferencia de lotes (164 hectáreas) de Samanes al Servicio de Gestión Inmobiliaria del Sector Público (Inmobiliar). Eso permitirá expandir el parque ubicado en el norte de Guayaquil.

En la cita también se aprobará y analizará el informe de la comisión, que está conformada por técnicos del Ministerio de Defensa, de las Fuerzas Armadas y del Issfa. La delegación que trabaja desde enero pasado, en un comunicado, determinó la posibilidad de un canje por otros terrenos -edificables- a cambio de los requeridos para integrar al Parque Samanes.

“El informe de la comisión (...) concluyó que entre los lotes de propiedad del Estado, propuestos por Inmobiliar para el canje, existen varios que serían de interés para el instituto”, se afirma en el boletín.

El anuncio lo hizo ayer el Issfa, luego de que el presidente Rafael Correa advirtió al instituto que el Estado expropiará el macrolote si no se llega a un acuerdo de compra.
“Hemos pasado meses negociando entre comillas, no hay voluntad de vender, probablemente esperan que ya cambien al presidente y ver si con el otro presidente pueden mantener esos terrenos”, señaló el pasado lunes el Primer Mandatario.

Aclaró que esta semana debería concretarse el acuerdo, si no se lo hace, “la próxima (semana) los expropiaré, se pagarán $ 14 millones o lo que diga el avalúo”.

La venta de estos terrenos es respaldada por los militares retirados. Pablo Terán, presidente interino de la Confederación de Militares en Retiro del Ecuador, asociación que alberga a 2.500 miembros, manifestó ayer que apoyan la venta de estos terrenos por parte del Issfa.  

“El señor Presidente quiere que en Samanes se haga el parque y está bien porque beneficiará a la colectividad de Guayaquil. Por eso apoyamos la venta, porque esos $ 14 millones serán bienvenidos a las arcas del Issfa”, dijo.

El dirigente considera que ese monto ayudará a sanear el “déficit” que afrontaría dicho instituto. Esta realidad -según él- se debe a la mala gestión y administración por parte de las directivas.

Édison Garrido, capitán retirado del Ejército y uno de los directivos de ‘Ecuador Unido por Lenín’, también avala la transferencia del macrolote al Estado, pues la consideró como una “situación favorable”.

Lamentó que haya detractores de esta adquisición y justificó que eso se originó porque el Gobierno quitó “ciertos beneficios” a altos mandos de las Fuerzas Armadas.

Asimismo, los militares retirados solicitan una fiscalización y auditoría al Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas (Issfa) para que se conozca la realidad, por ejemplo, del Fondo de Retiro, Invalidez y Muerte (RIM). (I)